Walter Juárez Estrada

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El Sistema Penitenciario desde su creación ha sido una entidad que los directores de los 23 centros que funcionan en la República, se asocian con los reclusos que tienen liderazgo recibiendo dádivas y beneficios económicos, permitiéndoles el ingreso de toda clase de  ilícitos y desde las prisiones los internos ordenan extorsiones y quien se opone, su vida está en peligro.

La Dirección del Sistema Penitenciario, tiene hasta hoy, asignado un presupuesto de Q647 millones para los 23 centros, para el pago de 5,500 empleados, funcionalidad y la ración de comida para los internos y otras obligaciones. En los centros que controla la referida entidad, guardan  prisión más de 30 mil que están hacinados, que ha sido una constante en mucho tiempo y obliga a las autoridades del Sistema a agilizar la creación de nuevos centros, que ha sido la promesa de todos los gobiernos incluyendo al de Giammattei, quien en los regímenes pasados se desempeñó como director de la entidad.

En relación a la ingobernabilidad que por años ha tenido el Sistema Penitenciario, el director penitenciario Sergio Vela López, imputó a sus antecesores el desorden que por años ha habido en todos los centros de reclusión, donde los líderes de clicas como el Barrio 18 y la Mara Salvatrucha, se les ha permitido ingresar toda clase de ilícitos, incluso hasta dinero, pues en la requisa sorpresiva que se hizo en la granja penal Canadá, que funciona en Escuintla, conocida como de “máxima seguridad”  El Infiernito, los de la mara del Barrio 18, habían construido  caletas,  donde almacenaron una suma considerable de dinero en efectivo, por más de ciento ochenta mil quetzales, producto de las extorsiones y la talacha que los dirigentes de los antisociales, exigían a los internos, para cederles ciertos privilegios, con el consentimiento de los guardias y por supuesto de los directores del reclusorio.

Las fuerzas de seguridad montaron un operativo en El Infiernito y trasladaron a 255 internos del Barrio 18 al Centro Preventivo de la zona 18 y a  otros presidios y procedieron a realizar una requisa extraordinaria y detectaron que los internos gozaban de privilegios, como el ingreso de droga, bebidas embriagantes, aparatos eléctricos, hasta refrigeradoras y armas de fuego de alto calibre.

A raíz de esa operación en dicho presidio, las autoridades penitenciarias, aseguran que realizarán un programa a fondo para darle otra imagen al Sistema Penitenciario y a los internos se les dotará de uniformes, para que sean de fácil identificación, así como a los guardias. Dentro de las acciones que pretende realizar esa institución, está  profesionalizar a los guardias, para evitar que hagan arreglos con los líderes de las prisiones, pues se ha comprobado que son sobornados  para permitir el ingreso de ilícitos  con el consentimiento de los directores de esos centros.

Vela López afirmó que denunció en el Ministerio Público a los directores y guardias del Infiernito, para que se les deduzcan las responsabilidades de la anarquía y desorden que por años ha tenido ese centro penal que se asegura presuntamente  era de “máxima seguridad”.

El funcionario aseguró que se tiene proyectado en la administración de Arévalo de León, hacer una reorganización total en el sistema carcelario y construir en toda la república, centros modernos para evitar en el futuro esa anarquía que ha sido una constante por muchos años donde hasta hoy, los agentes que se les da de alta, no tienen la menor idea de cómo se debe trabajar en los centros penitenciarios y evitar esa anarquía.

No se ha revelado hasta ahora, cuándo se iniciará la construcción de los nuevos centros carcelarios y el monto para tal labor. Lo importante es que haya un cambio total en los reclusorios, se evite el desorden y el hacinamiento, pues se conoce que miles de internos ya cumplieron su condena y por la  mora  en el Organismo Judicial y por supuesto en esa entidad, se prolonga la prisión de los imputados.

Lo importante es construir nuevos centros de reclusión y que los reos considerados como líderes y peligros de clicas ya conocidas, estén en bartolinas y se les prohíba recibir visitas, que es una situación que por supuesto será difícil de cumplir, porque se estarían violando los derechos humanos, pero mucho hay que hacer para cambiar la imagen en los presidios, que muchas veces se ha dicho que es la escuela del crimen…

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