Walter Juárez Estrada
La desnutrición sigue haciendo estragos en el área rural, por ese flagelo mueren muchos guatemaltecos; hacen falta maestros, los alumnos reciben clases en condiciones precarias y en el suelo; personal médico y paramédico hacen marchas de protesta denunciado que en los hospitales nacionales carecen de medicinas, el salario de los profesionales de la salud es irreal con su profesión, tienen que hacer marchas de protesta exigiendo que mejores salarios, situación grave que ha sido la constante en todos los gobiernos y en éste, no es la excepción.
En febrero último el presidente Alejandro Giammattei, médico de profesión, con bombos y platillos inauguró el hospital nacional de Chimaltenango, que lo calificó como el “más moderno de la región centroamericana”, con personal calificado y dotado de equipo nuevo para beneficiar a miles de pacientes de la región y de áreas vecinas, señalando que su costo era elevado, lo hacía con la idea de que los pacientes tuvieran un trato preferencial y aliviar sus males.
El mandatario se pasó de “listo”…El titular de la cartera salubrista Francisco Coma, denunció, que había recibido una denuncia anónima, donde se señalaba que el viceministro de Hospitales Gerardo David Hernández García, estaba vinculado a un desfalco millonario de más de Q67 millones en el recién inaugurado hospital y estarían directamente involucrado en el acto ilícito, el director de ese centro Gerardo Fuentes y la representante de la empresa Voltar Intermedia S. A. Luisa Fernanda Villagrán. Comas hizo la denuncia en la Fiscalía Contra la Corrupción del Ministerio Público, que pidió la captura de los incriminados, lográndose la aprehensión de Fuentes y Villagrán. El exviceministro Hernández García, por varios días estuvo prófugo y al conocer que había orden de aprehensión, en su contra decidió entregarse al tribunal, que le motivó auto de prisión varios ilícitos, en el curso de las diligencias tendrá que determinarse si la imputación contra los tres relacionados es verdad y logran desvanecer los cargos que pesan en su contra, en perjuicio de la hacienda pública.
La corrupción en el gobierno no es nueva. Ha sido la constante en todas las administraciones. En el gobierno de Pérez Molina, quien era titular de la cartera salubrista Villavicencio, ya fallecido, su hija, funcionarios de esa cartera y diputados, fueron procesados al comprobarse que había plazas fantasmas para beneficiar a políticos oficialistas.
El millonario desfalco en el hospital de Chimaltenango, llora sangre y no puede quedar impune. Como señalábamos al principio, la crisis que se vive por falta de fondos en educación y salud, es un hecho sin precedentes y todo el peso de la ley debe caer contra los incriminados en ese desfalco, pues no es posible que la niñez desvalida se muera de hambre, que los estudiantes no tengan maestros, que reciban clases en condiciones infrahumanas y es imperativo que el Ministerio Publico, ponga toda su capacidad para desbaratar esa corrupción en el citado hospital y es realmente vergonzoso si todo es verdad, que el dinero erogado se equipó como un 35% nuevo y el resto era del reciente clausurado hospital temporal que opero en el Parque La Industria, que tuvo una connotada actividad cuando se descubrió el primer caso de COVID.
Acciones como las denunciadas contra los relacionados es un hecho de lesa humanidad, porque se está deja de atender a miles de guatemaltecos de precarias condiciones que se acercan a los hospitales para aliviar sus males y reciben un rechazo al no haber medicinas, médicos ni lugares adecuados para su cura.
Se debe seguir la pista al exviceministro Hernández, para que devuelva lo que se robó, pero sospechamos que podrían haber involucrados otros empleados de ese ministerio y del sector privado, porque robarse descaradamente varios millones de quetzales, se planifica y se debe actuar con drasticidad porque ese hecho no quede impune… ¿Qué diferencia hay entre un marero extorsionador y funcionarios corruptos?. Juzgue usted….
