Walter Juárez Estrada

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La proliferación de más 29 partidos políticos para una población de 8 millones para votar, surgen dudas en cada proceso electoral, en torno a los origines, muchos sin ideología definida, con algunas excepciones que se a no dudar son empresas mercantiles que venden su emblema a narcos y políticos corruptos, que obliga que se reforme a fondo la Ley Electoral y de partidos Políticos, su reglamento y ser más exigente el Departamento de Organizaciones políticas para reconocerlas como instituciones de derecho público.

Varios de los partidos que lograron su registro, tienen los mismos dirigentes y se les denomina reciclados que engañan al inocente nuevo afiliado para alcanzar el número que se exige para su reconocimiento, se quiera aceptar o no se ha venido dando en muchos años, por lo que la depuración debe hacerse, con una reforma a la ley que regula la materia.

Los dirigentes políticos de la noche a la mañana forman empresas mercantiles con nombres de testaferros para no darse color, pues como dice la ley en cada proceso electoral reciben elevadas sumas de dinero lo que se denomina deuda política, disposición que no tiene justificación que debe derogarse.

Cada proceso electoral genera dudas en la ciudadanía, máxime ahora que hay varios candidatos a la Presidencia, que en otras ocasiones han participado como aspirantes, pero el pueblo los ha rechazado con justa razón al conocer que su ambición es tener poder y seguir robando. El guatemalteco debe rechazar la no reelección de diputados y alcaldes que ya en el poder los nuevos legisladores se alinean al oficialismo para sacar ventaja con su voto, cuando le conviene al gobierno de turno que con el correr de su administración, vuelve hacer lo mismo de sus antecesores para seguir robando y engañando con falsas promesas que con los años se vuelve una situación común.

Los aspirantes al ejecutivo ofrecen lo mismo y su caballito de batalla es decir que combatirán la corrupción; que darán seguridad y van a crear fuentes de trabajo, pero todo es una farsa y para pruebas hay muchas, pues el ahora presidente Alejandro Giammattei que en tres ocasiones se postuló al cargo engañó, pues al asumir el poder dijo que iba a suprimir la Secretaria de Asuntos Administrativos, que no estaba de acuerdo con el PARLACEN y otras mentiras que no cumplió y ahora tiene el control del Congreso, el Organismo Judicial, la Corte de Constitucionalidad, el Tribunal Supremo Electoral y para más desgracia un rector de la Usac. Walter Mazariegos que llegó con fraude, que origino la toma de los edificios de la U. perjudicando a miles de estudiantes, que han venido luchando, por la salida del rector por corrupto.

Es importante que en el futuro las autoridades electorales sean exigentes en el reconocimiento de los partidos políticos y comprueben el origen ideológico de los dirigentes, pues es público, que son los narcos que han hecho de las entidades del gobierno su feudo para robar y prueba de ello, que esos dirigentes son financiados por narcos y como prueba las extradiciones exigidas por los Estados Unidos, del diputado Ubico Aguilar, que en dos períodos a llegado al Congreso y es reclamado por narco en ese país.

Se espera que el nuevo gobierno que tomara posesión el próximo l4 de enero a las 14 de confianza y cumpla con sus ofrecimientos lo que a cada gobernante le resulta difícil por la rosca que le hacen grupos que les financian su campaña y le obligan a pagar el dinero invertido, sin importar su procedencia.

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