Walter Juárez Estrada
El juez Miguel Ángel Gálvez Aguilar, siendo uno de los juzgadores de mayor confianza por sus fallos apegados a derecho, y uno de los pocos jueces que no se ha prestado a juegos sucios, ha puesto al descubierto que el estado de derecho y la independencia judicial está en peligro, y que muchos jueces, fiscales y periodistas han emigrado en salvaguarda de su vida para resguardarla, evitando su captura cuando la Fiscal General María Consuelo Porras, con instrucciones del presidente Giammattei, ha promovido procesos espurios contra jueces que en su gestión no le han hecho el juego ni al mandatario ni a ella, dándole origen a descabezar la CEFI, destituir al fiscal de esa unidad Juan Francisco Sandoval, estando ahora en el exilio y contra quien pesa una orden de captura por acciones que nunca se le probaron en su función de fiscal.
El juez Gálvez hizo tales denuncias en una reunión del Sub-comité de Derechos humanos ante el Parlamento Europeo, el cual puso al descubierto el peligro que corren los jueces que no le hacen el juego a los corruptos, llegándose al extremo que contra este juzgador, con más de 20 años de administrar justicia, están en curso dos antejuicios que la corrupta actual Corte Suprema de Justicia, admitió para su trámite conociendo que dicho funcionario ha sido impoluto en su gestión como contralor de la investigación y que su vida ha estado en peligro, que se le persigue y vigila a pesar de que tiene protección internacional y los magistrados de la CSJ no le han querido dar protección a pesar de que conocen que la vida del juzgador ha estado en constante peligro. La exposición de Gálvez se concentró que el estado de derecho y la independencia judicial en Guatemala, ha tenido consecuencias graves.
Uno de los antejuicios contra Gálvez, tiene incidencia luego que en mayo pasado condenó a un grupo de militares por una serie de delitos en el llamado Diario Militar, y aseguró el juez ante el Subcomité, que la justicia en Guatemala actúa de forma concertada con grupos de juzgadores independientes que están desprotegidos, poniendo a la vez el descubierto que el retraso de recambio de las cortes en el país ha generado un desgaste en la administración de justicia, porque aseguró con toda la razón que no hay garantía para los jueces que ejercen justicia independiente.
Como es del conocimiento público, no solo el juez Gálvez Aguilar ha sido blanco y está en la mira de los corruptos, sino también otros jueces como Ericka Aifán, que tuvo que salir del país con exfiscales que no se prestaron a hacerle el juego a Porras Argueta y que han denunciado en el extranjero con justa razón, la crisis institucional que vive Guatemala.
Si la justicia no existe en Guatemala, no hay democracia, porque precisamente la justicia es la columna vertebral de los pueblos democráticos y desgraciadamente Guatemala, ha perdido credibilidad, no solo aquí sino en el extranjero, que con justa razón se le cuestiona a los gobernantes el descrédito de nuestra nación en prestarse a la corrupción, y que jueces como Gálvez o Aifan, sean el claro reflejo que quieren hacer justicia con integridad e independencia, los jueces como el son blanco de acusaciones falsas y se espera que los dos antejuicios en trámite contra él, sean rechazados porque no hay materia de fondo, para que se declaren procedentes.
