Walter Juárez Estrada

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Alejandro Giammattei debe saber lo que dice la Constitución, que el presidente de la República, es líder de la unidad nacional, pero pareciera que el mandatario o no conoce la carta magna o bien se dejar guiar por sus impulsos, su carácter autoritario y déspota, porque los guatemaltecos no comparten sus abruptas declaraciones reiteradas contra las autoridades norteamericanas al reelegir a María Consuelo Porras Argueta, como Fiscal General y Jefa del Ministerio Público, a pesar que contra ella hay graves denuncias y fue incluida en la lista negra norteamericana, para no viajar a los Estados Unidos.

A raíz de la reciente cumbre de las Américas que se celebró en Los Ángeles, California, Giammattei, aseguró que no asistiría porque no quería ser blanco de críticas por los señalamientos contra su gobierno y no contra los guatemaltecos, por sus marcados desaciertos y la cacería contra exfiscales, jueces y comunicadores sociales que no se le ponen de alfombra.

Giammattei debe corregir sus errores y encuadrar el quehacer de su gestión en los meses que le faltan para concluir su gestión y apartarse de la rosca los que están causando al pueblo malestar con las acciones de los corruptos, pues aunque él lo niega los ilícitos afloran y eso le ha llevado a presionar a la Fiscal General Porras, para que se alinee a sus decisiones, contraviniendo claros preceptos constitucionales que el Ministerio Público, debe actuar con arreglo a derecho y guardar la distancia que la misma ley Orgánica de la entidad lo regula, pero en la práctica no es así y esa situación ha dado lugar para que las principales autoridades de seguridad de los Estados Unidos, cuestionen con aplomo desaciertos.

El gobernante proviene de familias de abolengo y extremadamente conservadoras y por tal razón su no asistencia a la cumbre en Los Ángeles, California, no puede tomarse como una solidaridad de los países que no fueron invitados cuya ideología izquierdista extrema, los ha llevado a actuar fuera de la norma y con clara violación a los derechos humanos.

En la cumbre de las Américas, el gobierno se hizo representar por el canciller Mario Alfonso Búcaro, quien en su intervención fue elocuente y asentó “que el gobierno de Guatemala, se suma a 5 acuerdos de buena voluntad en la cumbre de las Américas, en torno a la salud, medio ambiente, información digital, energía limpia y renovable y gobernabilidad democrática…”.

El presidente Biden ha sido hasta cierto punto cortés por ahora, con Guatemala y el llamado triángulo norte, pues ha erogado varios millones de dólares, no obstante que ha sido criticado por los gobiernos corruptos y dictatoriales de Nicaragua, Venezuela, Cuba y otros que se han dado a la tarea de perpetuarse en el poder y tener una dictadura que en los tiempos supuestamente democráticos, deberían de desaparecer y ser desterrados.

Es aconsejable que el gobernante guatemalteco cambie su discurso y sus palabras y no perjudique más la imagen de Guatemala y hacer distancia con el MP, cuya jefa no es bien vista por sus acciones ilegales y codearse con grupos corruptos y haber descabezado la FECI, al destituir el 23 de julio pasado, al jefe de esa unidad Juan Francisco Sandoval Alfaro, cuando se preparaban acciones contra el mandatario por imputaciones que circulan en los medios y que en cualquier momento podrán salir a luz y ello daría lugar a que al dejar el poder se accione en su contra.

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