Walter Juárez Estrada
El vicepresidente Guillermo Castillo Reyes, ha fracasado en las intenciones del gobierno de poner fin al añejo conflicto territorial entre pobladores de los municipios de Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá, Sololá, que data del siglo pasado, al no respetarse los linderos, dejando hasta fallecidos, por lo que es imperativo reiniciar el diálogo, con los principales actores, entre ellos los alcaldes de la región, los líderes comunitarios, en caso contrario, los incidentes afloraran y antes que causen más muertos, se debe poner fin a la controversia territorial.
El gobierno en varias ocasiones ha decretado estado de sitio y acciones rígidas, sin éxito, porque los conflictos han continuado con costo económico, pues unidades policiacas, con elementos castrenses, se mantienen acantonadas en el área de conflicto, donde los inconformes se han enfrentado a la fuerza pública, como un reto y esa situación de irrespeto, ha causado mayor confrontación.
La comisión de Derechos Humanos del Congreso, el Ministerio de Gobernación, han escuchado a los inconformes, pero no se llega una solución de fondo para poner fin a los incidentes que afloran y los inconformes se mantienen armados para amedrentar a los iracundos revoltosos, hacen disparos al aire, lanzando petardos a los intrusos. Por esa razón, los alcaldes han pedido que el gobierno tome en serio el conflicto imponiendo acciones rígidas permanentes, de lo contrario los incidentes territoriales entre los pobladores inconformes, continuarán.
Los líderes de la región tienen la potestad de escuchar a los aldeanos que no se sujetan a las ordenanzas gubernamentales, pese a la buena intención del vicepresidente Castillo Reyes, que en varias ocasiones en las áreas de controversia se ha reunido con grupos en pugna, pero no se llega a una solución de fondo, por lo que es recomendable que se unan a la mediación, líderes religiosos de las etnias, de lo contrario, los incidentes afloraran y es aquí donde el gobierno debe actuar con energía, respetando los derechos humanos. En el pasado funcionaba la sección de tierras, que estaba bajo la jurisdicción del ministerio interior y logro con éxito, poner fin a los conflictos territoriales.
Hasta ahora no se tiene una cifra exacta de los vecinos fallecidos y heridos y los daños causados, pero se considera que han sido varias las víctimas. Cualquier aldeano que no conoce dónde comienza y dónde termina el área fronteriza por desconocimiento, camina en áreas prohibidas y ha dado lugar a que los incidentes afloren e inicie una cacería humana para apresar a los supuestos intrusos. El gobierno debe avenir a las partes y fijar la línea fronteriza, con muros y hacer ver a los habitantes dónde comienza y dónde termina el límite, para evitar que los incidentes, el conflicto territorial termine, de lo contrario no habrá una solución definitiva.
Es saludable, que el vicepresidente Castillo Reyes reanude el diálogo, que es la vía más viable para dirimir un conflicto ancestral entre los vecinos de los municipios sololatecos, para evitar que la muerte siga causando más víctimas y que los inconformes se sometan al veredicto de las autoridades superiores,