Víctor Ferrigno F.

Jurista, analista político y periodista de opinión desde 1978, en Guatemala, El Salvador y México. Experiencia académica en las universidades Rafael Landívar y San Carlos de Guatemala; Universidad de El Salvador; Universidad Nacional Autónoma de México; Pontificia Universidad Católica del Perú; y Universidad de Utrecht, Países Bajos. Ensayista, traductor y editor. Especialista en Etno-desarrollo, Derecho Indígena y Litigio Estratégico. Experiencia laboral como funcionario de la ONU, consultor de organismos internacionales y nacionales, asesor de Pueblos Indígenas y organizaciones sociales, carpintero y agro-ecólogo. Apasionado por la vida, sobreviviente del conflicto armado, luchador por una Guatemala plurinacional, con justicia, democracia y equidad.

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Ayer, el presidente de Corea del Sur Yoon Suk-yeol, decretó la Ley Marcial en todo el país, sin el aval de la Asamblea Legislativa, contraviniendo la Constitución coreana, lo cual constituyó un virtual Golpe de Estado. El conservador Partido del Poder Popular del mandatario, solamente cuenta con 108 congresistas de 300, por lo que se queja de que los legisladores de oposición lo están bloqueando en materia política, administrativa y financiera, ante lo cual respondió de manera represiva, decretando arbitrariamente una medida extraordinaria de coerción, violentando el debido proceso.

El Ministerio de Defensa surcoreano, citado por la agencia Yonhap, convocó una reunión urgente de «los comandantes clave». Asimismo, el Comandante de la Ley Marcial anunció la suspensión de funcionamiento del Parlamento y los partidos políticos, así como la imposición de control de todos los medios.

«Quedan completamente prohibidas las actividades de la Asamblea Nacional y de las Asambleas Legislativas locales, así como de los partidos políticos; las reuniones políticas, los mítines, las manifestaciones y otras actividades políticas», estipula el decreto del Comando de la Ley Marcial, firmado por el comandante militar de Corea del Sur, Park Han-ki, nombrado el Comandante en Jefe del país, tras la imposición de la Ley Marcial.

Según la agencia Reuters, es la primera vez desde 1980 que se declara la Ley Marcial en Corea del Sur. «Declaro la Ley Marcial para erradicar las fuerzas pro República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) y proteger el orden constitucional», aseveró el mandatario del país asiático, que ha acusado a la oposición de llevar a cabo actividades «antiestatales que planean la rebelión».

Mientras tanto, el principal líder opositor surcoreano, Lee Jae-myung, tildó de «inconstitucional y antipopular» esta medida del presidente. Lee advirtió que la medida convertirá a Corea del Sur de «un Estado gobernado por fiscales, en un Estado gobernado por el Ejército» y demandó que se impidiera este ilícito.

El Comando de la Ley Marcial desplegó efectivos militares para impedir el acceso de los diputados de oposición a la Asamblea Nacional, y así evitar que pudieran llevar a cabo una sesión legislativa y revertir el decreto presidencial.

El presidente del Parlamento de Corea del Sur, Woo Won-sik, declaró en la sesión que no estaba de acuerdo con la imposición de la Ley Marcial en el país. «Me es difícil aceptar la imposición de la Ley Marcial, se debe observar los procedimientos», dijo. Por su parte, Han Dong-hoon, actual líder del gobernante Partido del Poder Popular y exministro de Justicia, ha tildado de «errónea» la declaración de la Ley Marcial de Yoon, y ha asegurado que la «bloquearía» junto con el pueblo.

Gracias a que la ciudadanía y los partidos políticos se movilizaron, superaron el bloqueo castrense y, con 190 votos, incluidos algunos del partido oficial, el decreto presidencial fue declarado inconstitucional y fue revocado. La sesión fue transmitida por la cadena de televisión YTN.

Según la Constitución surcoreana, el presidente está obligado a levantar la Ley Marcial en el país después de que el Parlamento votara mayoritariamente en contra de su imposición.

La oficina del presidente del Parlamento de Corea del Sur afirmó que la Ley Marcial impuesta por el presidente no es válida, tras la votación de los legisladores que exigieron su revocación. Según el medio Yonhap, los militares abandonaron el edificio del Parlamento de Corea del Sur.

El opositor Partido Demócrata de Corea del Sur exigió al presidente Yoon Suk-yeol su dimisión, según reportó la agencia Yonhap. De acuerdo con el medio, de negarse, se comenzará un proceso de juicio político. Además, Yoon ha rechazado las solicitudes de investigaciones independientes sobre escándalos de corrupción que involucran a su esposa y a altos funcionarios, lo que ha provocado fuertes críticas por parte de sus adversarios políticos.

El valor del won surcoreano se ha visto debilitado notablemente tras la declaración de la Ley Marcial, sumiéndose dicha moneda en el nivel más bajo desde el 27 de octubre de 2022.

A pesar de la gravedad de esta ruptura constitucional, en un álgido marco geoestratégico, la mayoría de países de occidente guardaron silencio, evidenciando el doble rasero con el que se mide su política exterior.

Finalmente, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, anunció que levantará la Ley Marcial este miércoles, 4 de diciembre. «Celebraremos inmediatamente una reunión del Gabinete para aceptar la petición de la Asamblea Nacional y levantar la Ley Marcial», declaró.

El líder de la oposición surcoreana, Lee Jae-myung, presidente del liberal Partido Demócrata (PD), declaró en sus redes sociales que «Con la declaración ilegal de la Ley Marcial de emergencia, el presidente Yoon Suk-yeol ya no es el presidente de Corea del Sur a partir de este momento».

En medio de protestas pidiendo el arresto del presidente Yoon Suk-yeol y un despliegue notable de descontento popular, la estabilidad política de Corea del Sur pende de un hilo. Queda por verse cómo responderá Yoon ante la marea creciente de oposición y si su gobierno podrá recuperarse de este intento de Golpe de Estado fallido, que ha socavado los cimientos democráticos del país.

La crisis de Corea del Sur, el principal aliado de EE. UU. en Asia-Pacífico, estalla en una coyuntura geoestratégica en la que se han agudizado los conflictos en Ucrania, Siria y con China continental, atizando el fuego de una confrontación global. El panorama no es, en absoluto, halagüeño.

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