Víctor Ferrigno F.

Jurista, analista político y periodista de opinión desde 1978, en Guatemala, El Salvador y México. Experiencia académica en las universidades Rafael Landívar y San Carlos de Guatemala; Universidad de El Salvador; Universidad Nacional Autónoma de México; Pontificia Universidad Católica del Perú; y Universidad de Utrecht, Países Bajos. Ensayista, traductor y editor. Especialista en Etno-desarrollo, Derecho Indígena y Litigio Estratégico. Experiencia laboral como funcionario de la ONU, consultor de organismos internacionales y nacionales, asesor de Pueblos Indígenas y organizaciones sociales, carpintero y agro-ecólogo. Apasionado por la vida, sobreviviente del conflicto armado, luchador por una Guatemala plurinacional, con justicia, democracia y equidad.

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Víctor Ferrigno F.

El mundo gira permanentemente; a veces avanza y en otras ocasiones retrocede, como está sucediendo en Guatemala y Ucrania. Es importante que sepamos interpretar la geopolítica, porque sucesos lejanos nos afectan directamente. Por ejemplo, en el Ixcán el precio del abono nitrogenado subió 180%. ¿Por qué? Porque Rusia, el mayor productor de abono está inmerso en un conflicto armado, y ha sido sancionado con restricciones económicas, financieras y políticas, que rompieron las cadenas de suministro.

La pregunta obligada es ¿quién mueve las piezas de este ajedrez geopolítico mundial? Son organizaciones que actúan desde las sombras y le imponen a los gobiernos su voluntad, pues responden al gran capital, ese que no conoce fronteras, carece de escrúpulos y rige al mundo desde hace décadas.

Desde 2019, la RAND Corporation presentó al gobierno de EE. UU. su propuesta denominada “Extralimitar y desbalancear a Rusia”, la cual contiene varias estrategias económicas, políticas y militares, que se han venido siguiendo rigurosamente, y nos han llevado a la situación actual en Ucrania y, posiblemente, al borde de una guerra mundial.

En su introducción, el documento señala que presentan un sumario comprehensivo de opciones no violentas y desgastantes, que EE. UU. y sus aliados deben promover en las áreas económica, política y militar, para estresar (extralimitando y desbalanceando) la economía rusa, sus fuerzas armadas y el régimen político que representa. Este informe supone una clara maniobra defensiva de inteligencia por parte de este tanque de pensamiento, que sirve e influye a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

La Corporación RAND fue creada en 1948 por la Douglas Aircraft Company (del complejo militar-industrial) para ofrecer servicios de investigación y análisis a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos; actualmente se presenta como una organización independiente, con unos 1,850 empleados, el 53% de los cuales poseen un doctorado en sus campos de acción. Durante 74 años ha sido el tanque de pensamiento más influyente en el alto mando de las fuerzas armadas de EE. UU., y se jacta de haber dirigido exitosamente la política estadounidense durante la Guerra Fría, hasta la caída de la Unión Soviética, así como la carrera espacial.

La Corporación RAND está financiada por los principales órganos de gobierno de EE. UU., y por múltiples universidades y fundaciones, como la de Bill y Melinda Gates y la de George Lucas, entre muchas otras.

En el plano militar, el informe RAND propone dirigir una campaña para elevar la tensión del conflicto con Ucrania, pero sin llegar a una confrontación directa, pues es evidente que, de darse un enfrentamiento militar directo, Rusia saldría victoriosa debido a su proximidad con el teatro de operaciones. Al tenor de esta recomendación, la OTAN y la UE envían armas, parque y suministros a Ucrania, pero no intervienen directamente.

En los últimos años, EE. UU. y la OTAN financian y arman a los opositores en Siria, para que Rusia se desgaste en ese conflicto, pero sin enviar combatientes.

Las sanciones económicas, financieras, comerciales y políticas impuestas a Rusia recientemente, son coincidentes con el informe RAND.

La recomendación más riesgosa de la RAND Corporation fue que EE. UU. abandonara el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, lo cual fue concretado por Trump en febrero de 2019. Ante esto, Rusia también se retiró, y se dio inicio a una nueva carrera armamentista. Hoy día, Rusia cuenta con misiles hipersónicos, que el radar no puede detectar, y podrían destruir todas las centrales de energía nuclear de Europa, en caso de una guerra mundial.

En este caso, sabemos quién dicta la política de la OTAN frente a Rusia, y que a los ucranianos les tocará poner los muertos de una guerra evitable, que promueve el complejo militar-industrial, eje de la economía de EE. UU. Por todo esto, debemos optar por la paz.

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