Sergio Penagos

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Sergio Penagos

Una bolsa de valores es una institución financiera que funciona como un verdadero mercado y cumple diversas funciones:

  • Canalizar el ahorro hacia la inversión productiva.
  • Proporcionar información veraz y permanente acerca de los valores, la situación de las empresas inscritas en la bolsa, las operaciones realizadas, etc.
  • Ofrecer liquidez a los inversores para convertir sus acciones en dinero.
  • Proporcionar seguridad jurídica. Es decir, las transacciones están respaldadas y se responderá por ellas.

Las bolsas de valores tienen un rol fundamental en el desarrollo económico al facilitar las transacciones y canalizar los ahorros.

Participar activamente en una bolsa de valores puede traer varios beneficios a los inversores y a las empresas:

  • Mayor acceso a financiamiento.
  • Mejor imagen de cara al público.
  • Permite estimar el valor de la empresa en un momento dado e incentivar a sus administradores a que aumenten este valor.
  • Los accionistas pueden obtener liquidez en caso opten por vender sus acciones.

Para las personas o entidades que tienen ahorros, la bolsa de valores puede ofrecer varios beneficios, entre los que se encuentran:

  • Mayores opciones para rentabilizar sus ahorros.
  • Mayor acceso a información.
  • Comprar y vender un activo las veces que sea necesario.
  • Acceder a un mercado regulado que ofrece seguridad.

La bolsa de valores se considera un mercado secundario, ya que en ella se transfiere la propiedad de activos financieros que han sido emitidos previamente, en el llamado mercado primario.

Las transacciones se realizan a través de intermediarios financieros autorizados, conocidos popularmente como corredores o agentes de bolsa. Estos profesionales operan en representación de la empresa o individuo que los contrate. Cobran por sus servicios una comisión o cuota. A pesar de lo descrito, la bolsa de valores no solo tiene ventajas, también implica altos riesgos. A pesar de los riesgos, este mercado ha impulsado el acceso al financiamiento y ha permitido el crecimiento de muchas empresas.

 

En la bolsa de valores los precios o cotizaciones pueden fluctuar fuertemente. Una acción puede tener el valor de 4 unidades monetarias este día; pero al día siguiente, su valor puede ser de 2 unidades monetarias, o incluso quebrar (pasar a valer 0). Por lo tanto, del mismo modo que se pueden generar rendimientos positivos, también se puede perder dinero.

A la variabilidad del precio de un activo se le denomina volatilidad. Cuanto mayor sea el precio, más alto es el riesgo para el inversor. Por lo tanto, invertir en bolsa es una actividad que no sólo ofrece ganancias, también se corre el riesgo de perder parte o todo el dinero invertido. Esto puede suceder, por ejemplo, cuando una acción no está valorada con precisión, es decir, está sobrevalorada o infravalorada.

En Guatemala funciona una muy ágil y eficiente bolsa de antivalores llamada Congreso de la República. En ella las transacciones son realizadas por los agentes de bolsa conocidos como secretarios generales del partido y también los jefes de bancada. Ellos cotizan el voto de cada diputado que pertenece a su bancada y lo ofrecen al mejor postor de acuerdo a una escala de valores previamente definida.

El menor beneficio obtenido por el diputado votante, es el del diputado numerario (que sólo significa un número); es decir, aquel diputado que sólo está de cuerpo presente, el que nunca propone ni argumenta nada, es el voto más valioso para el jefe de bancada, pues sólo le entrega al votante un ínfimo porcentaje de lo cobrado por su voto. Si el diputado en ocasiones interviene en el debate o es diputado distrital, su voto se cotiza más alto, si un diputado tiene experiencia en la administración pública o parentesco cercano con funcionarios actuales o en períodos anteriores su voto es más caro. Pero, el voto que se cotiza a mejor precio es el del jefe de bancada.

Los votos se compran con recursos dinerarios y no dinerarios, entre estos últimos están las plazas fantasma para parientes, correligionarios y activistas de campaña, participación en el listado geográfico de obras, contratación de asesores, asistir a la piñata del presupuesto nacional y otras simpáticas formas de drenar al erario nacional, para beneficio de los corredores de votos.

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