Sergio Penagos
La experiencia es simplemente el nombre que le damos a nuestros errores. Oscar Wilde.
En la columna anterior, me equivoqué rotundamente al juzgar las actuaciones del licenciado Fernando Linares Beltranena. En términos futbolísticos, me fui con la finta.
El exdiputado del PAN sabe que las cosas no son lo que aparentan. Que a veces, una derrota le puede beneficiar. Y eso sucede constantemente con las iniciativas de ley y las propuestas que ha presentado. La mayoría no han sido exitosas quedando engavetadas. Pero sí ha conseguido generar discusiones importantes a partir de sus propuestas, buscando ser visto por los medios como un diputado ‘activo’, buscando estar en el top-of-mind (lo primero que llega a la mente) de los periodistas, para ser actor frecuente de la radio, la TV y los debates.
Eso es producto de una inteligencia estratégica. Les proporciono material para publicar y ustedes me mantienen en la cresta de la ola (siempre visible).
Lo explica de la manera siguiente: muchas de mis iniciativas y enmiendas tienen una finalidad inmediata de ser exitosas y pasar como leyes; pero también tienen una finalidad mediata, que es permitirme participar en el discurso para influir en la legislación final. Por ejemplo: su propuesta, para declarar “non grato” y expulsar del país al embajador de Estados Unidos, Todd Robinson, fue una iniciativa rechazada por la mayoría de diputados. Sin embargo, consiguió que 22 se sumaran a su plan generando una ola de comentarios, dentro y fuera del Congreso, lo que ayudó a abrir una corriente discursiva oficial contra “la injerencia extranjera”, que encontró cobijo entre los grupos más conservadores de la sociedad. Este día, 22/09/2021, la injerencia extranjera apareció apuñuscada y apretujada, en el discurso oficial de Guatemala en la conferencia de la ONU.
¿Qué busca este señor? Ser invitado para estar delante de las cámaras, los micrófonos y ser citado constantemente en las notas de prensa, lo que le permite divulgar y amplificar sus opiniones y no caer en el olvido. Por eso, reconoce que tiene que ser notorio para influir y lograr que sus ideas le lleguen a más personas.
En el medio digital, #DiarioElMatutino, que no conocía, supongo que por mi condición de inmigrante digital, se publicó la posición del Licenciado Linares Beltranena, con relación a la inclusión de la Fiscal General en la lista Engels.
Esto es lo publicado: «Ante la ofensa del director del Departamento de Estado, Antony Blinken a nuestra fiscal Consuelo Porras, debemos poner una queja ante el embajador William Popp, exigir la salida de USAID de Guatemala y extraditar desde Estados Unidos a Guatemala, al hijo del presidente Joe Biden por narcoconsumo que alienta el tráfico local», Una jugada sencillamente genial, digna de un crack de la categoría de Messi, Maradona o Ronaldiño, fue la que me permitió apreciar, en todo su esplendor, la ejecución de una estrategia que no está al alcance de la inmensa mayoría de los políticos chapines.
Extraditar al hijo del Presidente de la nación más poderosa del mundo, sabiendo que eso es imposible, retrata de cuerpo entero a un polemista estratégico y con un alto sentido del humor.
Reitero mis disculpas por no ser capaz de leer entrelineas el guión que este señor establece previo a sus actuaciones, con claros propósitos para él y poco claros para quien juzga su desempeño.
En términos futbolísticos, este señor es dueño, estratega, capitán y el mejor jugador de un equipo que juega a la política, en condiciones muy severas y poco favorables para un desempeño exitoso, por la ausencia de reglas claras del juego. Para destacar en este terreno, es necesario ser un verdadero crack.