Sergio Penagos
¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?
San Lucas 6-41
Para el exdiputado Fernando Linares Beltranena, lo vivido en el hemiciclo el pasado 6 de septiembre, a su criterio, sumó un poco más a la mala imagen que algunos ciudadanos tienen del Organismo Legislativo; además, estima que no se daña a una persona como tal, sino a uno de los tres poderes de Estado. “No es ético porque si hay indicios de delito el diputado debe denunciarlo, ya sea dentro del mismo Congreso o en el Ministerio Público para que se pida la remoción del antejuicio, pero creo que no es válido que un diputado haga las veces de anunciador como si se tratara de un juego de futbol sobre una sesión que debe reunir características de solemnidad, no estoy diciendo que no se puede quejar, pero hay vías para hacerlo y no la vía difamatoria del perifoneo en vivo desde el hemiciclo”.
“Hay un procedimiento cuando a uno no le hacen caso, se presenta la queja verbal, por escrito, puede dar una conferencia de prensa posterior al acto, pero no hacer desmerecer el acto en un salón a puros gritos, eso desprestigia la institución y el Congreso es uno de los pilares de la República; cuando se llega a esto se desmerece todo el país porque como es posible que un diputado ande hablando a gritos, ese no es su rol, los legisladores deben usar el estado de Derecho para protestar”, enfatizó el exdiputado.
Lo que a criterio de Linares tendría que hacer la Junta Directiva, es emitir sanciones administrativas contra aquellos diputados que, escudados en una transmisión, faltaron el respeto a sus colegas al hacer referencia a su estado físico y emitir señalamientos, sin pruebas, de eventuales conductas ilegales. Publicado el 16 de septiembre 2021.
Varios meses antes, el viernes 10 de enero de 2020, fue la última reunión de trabajo en el Congreso, para los diputados de la Legislatura 2016-2020, en la cual participó el entonces diputado Linares Beltranena. Ese día lo dedicaron a leer el informe final de la Comisión de la verdad, como le llamaron a la instancia creada para recolectar testimonios, sin pruebas, de quienes se convirtieron en enemigos del trabajo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). En un video la comisión anti-CICIG condensó las 40 audiencias públicas en las que personas, ajenas al congreso, utilizaron micrófonos para denunciar supuestas ilegalidades cometidas por la Cicig. Fueron 40 días de perifoneo y difamación a la CICIG.
Entre estas decenas de perifoneadores participó, entre otros, la pareja rusa Bitkov, para acusar a la CICIG de trabajar para Rusia.
El diputado de Todos, Juan Ramón Lau, utilizó un micrófono para narrar las 17 páginas que resumieron las quejas y señalamientos de personas condenadas, investigadas, prófugas y familiares de implicados, en las investigaciones penales del MP y la CICIG.
La comisión anti-CICIG, integrada por Lau y los diputados Manuel Conde y Luis Hernández Azmitia, concluyó que los casos del Ministerio Público y la CICIG tenían como fin perseguir por motivos políticos a grupos específicos de la sociedad, sin aportar evidencia alguna.
En esa legislación, y en uno de los pilares de la República, se grabaron 40 sesiones de perifoneo y difamación (difamar: Información negativa que se dice en público o se escribe de una persona en contra de su buen nombre, su fama y su honor, especialmente cuando es falsa), lo que constituye una enorme viga en el ojo del pispireto y mentiroso exdiputado quejoso.
Para el medio informativo Nómada, “Un informe de 17 páginas resumió la relación de complicidad entre un grupo de diputados y los implicados en las investigaciones de los casos más graves de corrupción de los últimos años en Guatemala”.