Sergio Penagos
Tendencia exagerada a servir o satisfacer ciegamente a una autoridad.
Drae
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, convirtió a la migración en un tema central de la relación entre Estados Unidos y los gobiernos de Centroamérica y México, presionó a los gobernantes de la región para que reducir la cantidad de migrantes que se dirigen al norte para cruzar la frontera suroeste de Estados Unidos, incluso congeló cientos de millones de dólares en asistencia para el desarrollo de Centroamérica. Una de sus metas ha sido que esos países detengan a los solicitantes de asilo. En su momento, Trump anunció de manera sorpresiva que Estados Unidos había firmado un acuerdo con Guatemala, el cual exigiría a los solicitantes de asilo, que viajen por ese país, que primero soliciten refugio en Guatemala y que allí tramiten su solicitud de asilo. El acuerdo representa un cambio importante para la política estadounidense y es extraordinariamente inusual en cuanto a las normas internacionales. No se divulgaron muchos detalles y los críticos, tanto en Estados Unidos como en Guatemala, amenazaron con acudir a los tribunales para tratar de revertirlo. Pero el Pacto de Corruptos funcionó como una maquinaria bien aceitada.
El ministro de Interior de Guatemala, Enrique Degenhart negó las acusaciones de opacidad del acuerdo aduciendo que el convenio solamente es aplicable a nacionales de Honduras y El Salvador; y señaló que el texto no menciona el término «tercer país seguro». Además, sostiene que hay elementos del acuerdo que se van a definir en el llamado plan de implementación.
La oposición al acuerdo ha sido generalizada en Guatemala, donde la Corte de Constitucionalidad decidió recientemente que el gobierno guatemalteco necesitaba la aprobación del congreso para firmar un acuerdo de tercer país seguro con Estados Unidos. Sin atender a la recomendación se firma el acuerdo, luego de que Trump amenazara a la nación centroamericana con aranceles punitivos, prohibiciones de viaje e impuestos a las remesas que envían a casa los migrantes guatemaltecos. El presidente Morales, con su servil actitud trataba de eludir la decisión de la corte, evitando el uso del término “tercer país seguro” al anunciar el acuerdo. No obstante, el gobierno de Trump sí usó el término, lo que generó impugnaciones jurídicas en Guatemala. El Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional estadounidenses no certificaron que Guatemala tiene un sistema de asilo “completo y justo”, y que puede proteger a los solicitantes de asilo de otros países, si Estados Unidos los envía a esa nación.
La oportunidad para los rusos se presentó al aprovechar la pandemia para realizar una negociación con Guatemala, por demás oscura y deshonesta. La información sobre estas negociaciones no ha sido clara y abierta para la población. Posiblemente hay alguna cláusula o disposición que el Gobierno no se atreve o no le conviene proporcionar a la población. Desde el principio este opaco negocio apesta a descarado robo y criminal irresponsabilidad del gobierno, que ha sido realizado con la complicidad de la CC, la PGN, la CGC y el servil Congreso. Es altamente sospechoso que la nueva pareja presidencial, Giammattei y Brolo, obligaran a la inepta ministra de Salud a firmar un lesivo y leonino contrato, posiblemente sin leerlo; o si lo leyó no lo entendió, usurpando funciones fuera de su competencia porque, el procedimiento de suscripción de acuerdos comerciales internacionales se inicia en el Ministerio de Economía, de donde se lo envía al Ministerio de Relaciones Exteriores, de allí va a la Secretaría General de la Presidencia en donde se analiza y, si procede, se elabora la iniciativa de ley para trasladarla al Congreso de la República. Aquí se discute, aprueba y se emite el Decreto de acuerdo comercial que se traslada a la Secretaría General de la Presidencia. La Secretaría General de la Presidencia realiza el trámite de sanción y envío al Diario de Centroamérica, para su publicación y puesta en vigencia.
Los dos últimos gobiernos en su afán de competir en servilismo se saltaron las trancas.