Sanda Xinico Batz
Personas desaparecidas, deportadas, detenidas, secuestradas, asesinadas, violadas, abandonadas, retenidas, expulsadas; cada día son miles las que se enfrentan a esta realidad, la de la migración “indocumentada” que ha venido empeorando en las últimas cincuenta décadas, la realidad de dejar este país en búsqueda de una vida diferente para hoy y para las y los descendientes de mañana. La tragedia ocupa el trayecto al “sueño americano”, decenas de familias ahorita mismo están viviendo a flor de piel la angustia y el dolor de saber que sus familiares no lograron llegar a Estados Unidos, otras viven el tormento de no saber que es de ellas, ellos y muchas otras están en medio de la pesadilla de saber que su familiar ha sido secuestrado por un grupo criminal al que deberán de pagar los miles de quetzales que les son exigidos para dejarle con vida. Poco se puede decir de quienes experimentan el dolor de saber que sus familiares murieron en el trayecto y que antes de ello tuvieron que sufrir de una forma que solo cabe en las pesadillas; se dice poco porque tanto dolor no cabe en unas líneas.
Lo que más sobra en este país colonizado son razones para largarse; violencia, empobrecimiento, hambre, desigualdad, injusticia, desempleo, explotación, son el día a día de la mayoría de la población que en su desesperación ve como única opción migrar a un país colonizador que no le importa la vida de quienes proceden de aquellos territorios a los que mantienen invadidos, Estados Unidos ha tenido una gran responsabilidad en la situación de empobrecimiento de países como Guatemala y esto es algo que no podemos olvidar, que la vida de “primer mundo” que gozan países como este se sostiene del saqueo histórico, de los “nuevos” colonialismos que permiten a estas grandes potencias tener control sobre otros países cuya estructura política está construida para ser servil con estos; con el empobrecimiento se garantiza la mano de obra barata que genera la riqueza de aquellos que precisamente por este ciclo de desojo es que tienen poder.
Hace unos días un aproximado de dos mil migrante procedentes de África intentaban cruzar de Marruecos a España, fueron recibidos por la fuerza de seguridad de ambos países con golpes, gases lacrimógenos, atacados con piedras, pateados en el suelo mientras se desangraban; 23 personas africanas fueron asesinadas y decenas fueron heridas en el intento de ambos países de impedir su paso a Europa. El racismo con que se trata a los migrantes que proceden de países racializados es algo que conocemos muy bien, porque son estos migrantes a los que se ha decretado “ilegales”, catalogados como “indeseables” para negarles derechos, pero al mismo tiempo son quienes llegan a estos países “desarrollados” a realizar el trabajo sucio que sus ciudadanos no hacen.
53 migrantes murieron de calor, asfixiados, dentro de un camión en Texas el lunes pasado, personas de distintas edades entre ellas niños. Centroamericanos y mexicanos conformaban el grupo de 67 personas que iban hacinadas dentro un furgón sin agua, sin ventilación.