Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

post author

La llegada del periodista, escritor y licenciado Haroldo Sánchez, a la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, refleja una apertura informativa a organizaciones civiles, sociales y campesinas que durante los últimos tres gobiernos (PP, FCN-Nación, Vamos), fueron excluidos a esa fuente de información porque a los mandatarios les disgustó la crítica a sus desacertadas políticas.

La distribución equitativa de espacios publicitarios a telenoticieros, medios impresos, digitales, radiofónicos, independientes permitirá un respiro a las debilitadas finanzas de los medios de comunicación azotados por la innovación a redes digitales y la pandemia por el Covid-19.

El licenciado Sánchez, -periodista con vocación- trabajó como redactor y editor de Diario La Hora; del desaparecido Siglo Veintiuno, corresponsal de la agencia Acan-Efe; director y fundador del noticiero Guatevisión durante más de 15 años. Además, es autor de varias obras literarias, y un excelente profesional que orienta a fotógrafos, redactores y editores de la generación actual.

Es acompañado por el periodista Erick Salazar, quien también trabajó como corresponsal de agencias de noticias, fundador y editor del periódico La República; y subdirector de Guatevisión junto al licenciado Sánchez.

Considero una decisión acertada del gobierno actual para rescatar del abismo de irrespeto al artículo 35 de la Constitución, que mantuvieron todos los gobernantes desde 1986, cuando asumió el gobierno de Vinicio Cerezo Arévalo, de la Democracia Cristiana. Es un cambio positivo para acercar a los medios independientes a esa Secretaría.

Recordar los ofensivos círculos de seguridad impuestos por los expresidentes Otto Pérez Molina, que demandaba aclaraciones diariamente a las salas de Redacción de medios impresos por publicar noticias que le incomodaban; la forma burda y escurridiza en la que Jimmy Morales, de FCN-Nación, evadía a los periodistas que lo cuestionaban por el cierre de la CICIG, y el enjuiciamiento de su hijo y su hermano; y la confrontación directa que accionó durante todo su mandato el actual diputado al Parlacen, y expresidente Alejandro Giammattei, por denuncias de manejos opacos y falta de transparencia en el uso de los impuestos.

Durante esos gobiernos resultó incómodo ver que los funcionarios y gobernantes cerraron las puertas a la prensa independiente, y únicamente aparecían en un consorcio de telenoticieros, donde únicamente transmitían su versión de los hechos. Hoy vemos que el gobernante Bernardo Arévalo y Karin Herrera atienden a los periodistas sin distinción de medios, dan espacio a preguntas y las responden -aunque los temas sean escabrosos-.

Sugerimos a la Secretaría de Comunicación Social de Presidencia fortalecer esa apertura que le permita a la población generar una opinión balanceada de las políticas oficiales en busca del desarrollo.

Artículo anteriorLos impuestos en las medicinas
Artículo siguienteLos salarios caídos: una hemorragia que no se detiene (II)