Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

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En un ambiente de optimismo, satisfacción y ánimo renovado, en una elección contundente e histórica, los guatemaltecos elegimos a Bernardo Arévalo y Karin Herrera, para gobernar el país en el periodo constitucional 2024-2027. Ante ese triunfo, la candidata de la UNE, Sandra Torres, debe reconocer la victoria del Movimiento que simboliza el anhelo de paz, justicia y certeza de alcanzar lo que Guatemala aspira. 

Lo que resalta en esta segunda vuelta es la notoria ausencia de Sandra Torres, de la UNE, que no se pronuncia, lo cual ejemplifica a una candidata sin vocación democrática para aceptar los resultados.

Con tensión generada por el anuncio de la renuncia de la magistrada del TSE Blanca Alfaro, confusa denuncia de Sandra Torres de entrega institucional de “granos básicos vencidos”, fiscales del partido UNE buscando desacreditar votos válidos emitidos, así como el despliegue de más de 8,200 observadores nacionales e internacionales, hoy tenemos nuevo “presidente electo”. 

Un ambiente de optimismo por alcanzar la ansiada lucha contra la corrupción, participación y certeza en la transmisión de datos, fiesta popular en la avenida Las Américas, el Obelisco, plaza de la Constitución, en los parques centrales urbanos de varios departamentos se vive desde el domingo. Explosión de optimismo en las redes, fiesta total de los guatemaltecos por haber desafiado y roto el dominio del pacto de corruptos de perpetuarse en el poder, con el cual también finaliza la hegemonía de los canales de televisión abierta oficialistas autodenominados “la televisión guatemalteca”, de imponer presidentes a su antojo.

Felicito a un segmento joven de la población, seguidores de las redes sociales, más, el voto consciente de una generación adulta con responsabilidad social, hartos de gobernantes y partidos corruptos tales como la DC, MAS, PAN, GANA, PP, UNE, FCN-Nación, VAMOS, FRG, UNE, Unionistas, y otros, que han empobrecido a los guatemaltecos. Terminamos con más de 37 años de gobiernos corruptos, prepotentes y despilfarradores –como el de Álvaro Arzú- cuyo mandatario y funcionarios se enriquecieron en base a la pobreza de la población, con el aval del empresariado y grupos ilegales convertidos en capitales emergentes. Además, externo mi agradecimiento a Diario La Hora, a la Misión de Observación Electoral, MOEGt, por compartir los hallazgos y seguimiento de sus investigaciones que nos orientaron en todo el proceso electoral para realizar una mejor elección. 

Las instituciones del Estado integradas en la fiscalía, juzgados de la CSJ, CC, deben respetar la voluntad popular manifestada en las urnas para que prevalezca el Estado de Derecho, garantizar la institucionalidad, la independencia de poderes y el respeto al voto del guatemalteco para fortalecer el sistema democrático. La sociedad guatemalteca despertó, lo mismo sucedió en 2015, con las concentraciones en la plaza de la Constitución que generaron la renuncia y captura de Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti. Disfrutémoslo hoy, y defendamos nuestro voto de aquí hasta el 14 de enero de 2024, a fin de heredar a las futuras generaciones una Guatemala digna, justa y libre de corrupción, con la toma de posesión de Bernardo Arévalo y Karin Herrera.

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