Samuel Flores
Desempleo, alto costo de la vida, pobreza extrema, enfermedades, desvanecen la esperanza de la población de aliviar sus deudas al recibir el Bono 14. A 27 meses de la pandemia por Covid-19 en Guatemala; las consecuencias que produce la invasión de Rusia a Ucrania, son dos de los factores que encarecen los precios de los combustibles y derivados del petróleo.
Esta realidad es aprovechada por comerciantes, transportistas e industriales inescrupulosos para encarecer los precios de productos de la canasta básica familiar, vivienda, situación que castiga aún más la economía de más de 18 millones de chapines de todas las edades.
El incremento de precios en las carnes, pollo, vegetales, maíz, frijol, vivienda, vestuario, medicina, transporte, energía eléctrica y otras necesidades absorberá los recursos que recibirán por concepto de Bono 14. El resto de la población, principalmente la que vive en el área rural y cinturones de pobreza, carece de esos recursos para afrontar el alto costo de la vida. La población que afronta condiciones de pobreza debe vender y empeñar sus pertenencias para sobrevivir.
El incremento de precios de pan francés y manteca que hoy se cotiza a Q0.50 la unidad, tres tortillas pequeñas por un quetzal, leche en diferentes presentaciones y huevos, a precios elevados en las tiendas de barrio, mercados, panaderías, tortillerías, son resultado de la especulación que aplica la mayoría de comerciantes.
En un recorrido que realicé el fin de semana, comprobé que los negocios ubicados en la 19 calle, de 2ª. a 4ª. avenida de la zona 3, y zona 1, permanecieron cerrados. Igual situación pude evidenciar en los comercios localizados en la 4ª. y 5ª. avenidas, desde la 9ª. a la 18 calle de la zona 1, realidad que se repite en otras zonas comerciales de la capital.
De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Finanzas, unos 1.2 millones de guatemaltecos que trabajan en la iniciativa privada y el sector gubernamental recibirán el Bono 14. Mientras, más de 6.8 millones de guatemaltecos que viven de la economía informal no tendrán acceso a esa prestación.
Con un salario mínimo vigente para las actividades agrícolas de Q3,122; para actividades no agrícolas, Q3,209; y para actividad exportadora y maquila, Q2,854, provoca escasez de recursos para compras en esta temporada.
Economistas coinciden en señalar que la situación de precios y alza en el costo de productos de consumo básico en el primer semestre 2022, pone presión en los hogares por la pérdida del valor adquisitivo del quetzal por lo que destinarán más dinero para cubrir el pago de deudas. La inflación que a junio alcanza el 7.55% absorberá esa prestación, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, INE.
Es indudable que el gobierno, industriales, comerciantes, especuladores, tienen parte de responsabilidad en esta escalada de precios. Miles de guatemaltecos ven cómo el poder adquisitivo del quetzal les afecta sin esperanza de pagar sus deudas, comprar medicinas, y mucho menos comprar carne o pollo en la mesa de sus hogares.
