Samuel Flores
A menos de un año de arrancar el proceso electoral 2023, el Tribunal Supremo Electoral, inicia con advertencias “selectivas” y “discrecionales”, que acechan a partidos y candidatos. No pretendo defender las candidaturas de algunos, sin embargo, es notoria la manipulación que el departamento de Monitoreo de la Inspección General del TSE practica.
Atestiguamos un proceso eleccionario agudizado por la ingobernabilidad, ausencia y destrucción de la institucionalidad, desconfianza por la manipulación en los procesos de elección en la CC; TSE, CSJ, Usac, PDH, y otras instituciones. Destaca la negativa del congreso a juramentar a Gloria Patricia Porras, como magistrada electa por la Usac, ante el pleno de la CC.
Es evidente el acelerado proceso de captura y cooptación de las instituciones desde el Ejecutivo, Legislativo y poder Judicial, lo cual genera falta de certeza en la actuación de instituciones por la ausencia de un papel contralor y fiscalizador de los procesos eleccionarios que ahora se viven.
De esa cuenta, el TSE advierte al alcalde y potencial “precandidato” Neto Bran, suspender su “podcast”, por considerarlo propaganda ilegal y podría afectar su inscripción como candidato. De igual manera, esa institución amenaza con no inscribir como candidato a Edmond Mulet por supuesta propaganda ilegal, por haber incurrido en propaganda ilegal durante la presentación de un libro.
Estas advertencias y amenazas contrastan con la resolución del TSE que faculta a Sandra Torres para asumir la secretaría general del Comité Ejecutivo de la Unidad Nacional de la Esperanza, UNE. Diputados que integran el autodenominado “grupo parlamentario de oposición”, GPO, integrado por congresistas distantes a la ex esposa del expresidente Álvaro Colom, dudan de la legitimidad de esa resolución. Y qué esperar de la potencial inscripción de Zury Ríos, como candidata presidencial con magistrados oficialistas y afines que integran el pleno de la CC.
Resoluciones antagónicas como las referidas se repetirán a medida que se acerque el evento electoral del próximo año. La población no está convencida por las actuaciones del pleno de magistrados del TSE por no ofrecer garantías, y es fácil suponer que en el futuro descalificarán con otros mecanismos que eviten la participación de candidatos y partidos de oposición.
Los guatemaltecos debemos permanecer firmes en demandar se brinde oportunidad de opciones que podrían cambiar el sistema de cooptación para evitar que la alianza de partidos oficialistas concreticen la captura del estado que se inició en 2012, con la elección de Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, del partido Patriota; Jimmy Morales y Jafeth Cabrera, FCN-Nación; de Alejandro Giammattei y Guillermo Castillo Reyes, del partido VAMOS.
La población debe exigir al TSE resoluciones contundentes, visualizar partidos consolidados, analizar a las personas que propongan cambios sustanciales de beneficio para el país: no a los candidatos y políticos que únicamente incrementan la rosca de poder que rodea a los gobernantes de turno, que intercambian elogios mutuos en eventos públicos. Un llamado a meditar el voto consciente, identificar potenciales candidatos honrados, honestos: es difícil identificarlos; sin embargo, los hay.
