Consultando a expertos y revisando el CAUCA y RECAUCA decidí escribir este tema de coyuntura actual de beneficio y significación del migrante guatemalteco en situación de deportado de Estados Unidos a Guatemala.
Del menaje de casa y las remesas en especies (encomiendas) y su tratamiento especial para la comunidad migrante, la legislación comunitaria aduanera regula la figura del menaje de casa como una modalidad especial de la importación definitiva tal como se regula en los artículos 108 E y 115 del Cauca. Para su aplicación ante la aduana guatemalteca se ha definido un procedimiento específico para el despacho del menaje de casa, el cual fue aprobado por el Intendente de Aduanas.
La figura del menaje de casa goza del derecho “parcial” de la exención conforme a los porcentajes regulados en el decreto Ley 14-86 del Jefe de Estado; de esa cuenta el administrador de la aduana otorga un 50% de exención, el intendente de aduanas un 70% y cuando no se pueda determinar con exactitud el estado de uso de las mercancías objeto de menaje se otorga un 25 por ciento de exención. Sabemos que no todos los migrantes han estado ausentes del país más de 24 meses como lo requiere el artículo 21 del Convenio sobre el régimen arancelario y aduanero centroamericano, sin embargo, ello no implica que en ese lapso no haya enviado remesas a sus familiares. Finalmente, no olvidemos que requiere de un agente quien transmite la declaración de mercancías que seguramente sufrirá el tortuoso trámite de la verificación inmediata a su paso por la aduana. Las circunstancias antes señaladas demandan de una figura especial para el migrante que responda a su realidad socioeconómica y migratoria. Su tratamiento legal debería incluir una exoneración total y su formalidad debería ser la más sencilla y menos burocrática, por ejemplo, contar con una constancia o registro emitido por la autoridad migratoria (Instituto Guatemalteco de Migración) de Guatemala y con base a ella la autorización oficiosa de la exoneración relacionada.
Ocho años atrás se dio el fenómeno de envío extraordinario de remesas en efectivo, en especie y menaje de parte de la diáspora por el enforzamiento de las leyes migratorias en la Nación Americana, ante esta realidad vemos de nuevo que los organismos Ejecutivo y Legislativo no reaccionan y toman iniciativa para compensar en algo a los migrantes para normar exoneraciones merecidas en cuanto estos envíos, siendo un resarcimiento mínimo al gran aporte que muchos migrantes han hecho para mantener la economía de Guatemala.
El presidente Arévalo en su calidad de Jefe de Estado puede dar el primer paso en este sentido, hay antecedentes de exoneraciones a políticos y empresarios, y por qué no decirlo, los diputados pueden también tomar iniciativa en este tema para ir dando mérito a tanto sacrificio de muchos guatemaltecos que regresan a un país que ahora consideran extraño, porque no los reciben como los héroes que algunos políticos dicen que son cuando están en tiempos de campaña.
Es tiempo de retomar el tema con seriedad y responsabilidad porque el menaje de casa y las remesas en especie que en estas fechas están enviando es porque las envían familiares a alguien ya deportado y otros porque sienten que en cualquier momento les pasará lo mismo y se adelantan a mandar sus pertenencias, que seguramente son enseres de casa, herramientas, etc.
Repito, el Honorable Congreso de la República tiene a su alcance la oportunidad de legislar y exigir a la autoridad aduanera, que en su despacho se cumpla con la facilitación y el control necesarios para acompañar el retorno del migrante a Guatemala que está aumentando considerablemente de acuerdo a las políticas migratorias anunciadas y ya aplicadas en Estados Unidos, donde viven la mayoría de migrantes guatemaltecos.
En esta desesperación y temor por la deportación, el guatemalteco sigue su lucha por trabajar, arriesgarse a una detención y mandar cuanto puede a Guatemala para cuando llegue deportado, retomar la iniciativa de seguir labrando su futuro, porque actualmente no hay oportunidades laborales para reinsertarse, empezando porque ni siquiera un recibimiento digno tiene de las autoridades encargadas del tema migrante, cerrando así con tristeza la cadena de la migración con la desagradable deportación.
Finalmente lo que se pretende es que esto sea mandatorio en ley y no discrecional de parte de las autoridades de aduanas de Guatemala.
