Los migrantes guatemaltecos en los Estados Unidos enviamos nuestras Remesas en Efectivo y también Remesas en Especie, servicios que nos han prestado por varias décadas los Transportistas Encomenderos, compañeros migrantes que decidieron dar ese paso y servir de enlace con nuestras familias en Guatemala; bendita idea que ha venido a mantener ese vínculo sentimental por medio de estos envíos.
Lo repetimos de nuevo y no nos cansaremos de hacerlo, gracias a ellos muchos guatemaltecos envían (óigase bien) diversos artículos entre nuevos, usados, regalados, comprados y encontrados en la calle; todo con el fin de que nuestras familias tengan un presente material para ver el fruto, esfuerzo, sacrificio y trabajo del miembro de la familia que ha dejado su entorno del hogar, comunidad y todo su arraigo y pertenencia, del que jamás se hubiera despegado si las condiciones fueran otras.
Muchos migrantes están evaluando el seguir enviando sus remesas en especie debido a que esta alegría y buenos sentimientos se frenan cuando somos atacados por personas y entidades que no tienen idea y no comprenden qué se siente ser migrante y estar lejos de la familia porque seguimos siendo atacados directa o indirectamente con cobros, robos, atropellos y difamaciones en aduanas y puertos de Guatemala. Todo esto pasa por no existir regulaciones para darle el Valor Social a las Encomiendas de los Migrantes guatemaltecos.
Los guatemaltecos en el extranjero por fortuna somos gente comprometida con nuestros gobiernos y nos damos el lujo de colaborar con el país que dejamos enviando nuestros recursos económicos (remesas en efectivo) que mueven la economía y damos insumos a los empresarios que llevan nuestras Remesas en Especie para que ellos paguen los impuestos de dichas encomiendas; esto quiere decir que no somos ni contrabandistas y mucho menos ladrones. Aun, sin recibir nada del gobierno guatemalteco somos conscientes de que hay que colaborar y tratar de hacer envíos que mitiguen la economía de nuestras familias, y con todo esto, ¿qué recibimos a cambio?: “prácticamente NADA”, cuesta que nos escuchen y si por fin de tantos ruegos e insistencia logramos hablar con las altas autoridades, luego se olvidan de sus promesas y los abusos, robos y atropellos de nuestros artículos siguen y seguirán.
Hasta dónde vamos a aguantar y no echar las culpas debidas a todos estos empleados de mandos bajos, medios y de la alta cúpula que se disfrazan de buenos funcionarios, aparentando ante autoridades nacionales y extranjeras que controlan todo lo que pasa por los puertos y aduanas, dando buena imagen para mantener sus privilegios y suntuosos salarios.
Cada 4 años ocurre lo mismo, los migrantes buscan a sus autoridades electas para hacer sus planteamientos y buscarles solución, pero es lo mismo de siempre, seguimos con el síndrome de REUNIONITIS y a veces fotografías para sus redes sociales, pero todo queda en promesas; llevamos décadas de hacerlo y como siempre, no pasa nada. Lo bueno es que todo está documentado y la historia nos dará la razón para que las culpas vayan a quien corresponda.
Ya nos cansamos de tanta promesa, y la confianza se ha terminado…