Muchos guatemaltecos que viven en los Estados Unidos, quienes en su mayoría son indocumentados y vienen del área rural de Guatemala han ido acostumbrándose a enviar ciertos presentes o regalos a sus familiares que por su situación migratoria no han visto por muchos años y con esto sienten como sí fueran a visitarlos personalmente y darles una mirada, abrazarlos y sentir a la familia y amistades.
Todos, se la pasan trabajando de sol a sol, a veces con dos trabajos y comiendo sopas y chatarras para poder pagar la deuda de su viaje y hacer su sueño realidad: construir una casa, enviar a sus hijos a estudiar, mantener a su familia y muchas cosas más que van surgiendo en el devenir del envío y recepción de las remesas en efectivo.
La figura de las encomiendas ha sido una forma de enviar el cariño, sentimientos, alivio del dolor y tristeza que viven muchos en esa lejanía y soledad que es una constante en muchas historias y realidades de muchos guatemaltecos; entonces estas cajas que se llenan en varios meses de artículos y enseres entre nuevos y usados, muchos de los cuales son regalados, comprados o encontrados en las aceras de las calles con un rótulo que dice free (gratis) mismos que van siendo recolectados y almacenados en sus viviendas para ir llenando las famosas cajas que piden a los empresarios que se dedican a prestar este servicio a los migrantes guatemaltecos, el tamaño de las cajas va en función de lo que tienen ya almacenado y capacidad económica de cada migrante.
La ilusión de un guatemalteco que se encuentra lejos de su familia es enviar por lo menos una vez al año, muchos obsequios para sus seres queridos primarios, a veces hasta primos, sobrinos, hermanos, padres y amigos para decirles que los tienen presentes en la mente y corazón y que en esa caja va el saludo, cariño, amistad y sobre todo un abrazo imaginario; recordándolos desde la lejanía y diciéndoles aquí está parte de mi trabajo, esfuerzo, dolor y sacrificio para que no me olviden, con la esperanza de un día poderlos ver, disfrutar de esa familiaridad y amistad en las calles, caminos, veredas, ríos, montañas del terruño que dejaron y que esperan en Dios regresar a seguir luchando juntos por un desarrollo en un país de pocas oportunidades que no da garantías en lo absoluto. El migrante hasta piensa cuando llena sus cajas en meterse a la misma e ir a visitar a sus familiares y luego regresar, pero es imposible.
Las encomiendas son entonces, responsabilidad del migrante quien pide una caja, la llena, luego llama a la empresa que las lleva a Guatemala, firman una declaración donde manifiestan que lo que va allí son cosas no comerciales (nuevo, usado, regalado y encontrado); artículos que van a suplir un vacío en las familias, satisfaciendo necesidades y complementando la economía de los guatemaltecos, principalmente en aquellas comunidades rurales que no hay presencia del estado.
Repito, recalcó y subrayó las Encomiendas no son para negocio, comercio y no hay razón para que la Superintendencia de Administración Tributaria SAT a través de la Intendencia de Aduanas sigan cobrando altas cantidades antojadizas y no basadas en ley a los contenedores que ingresan en los puertos guatemaltecos, aduciendo que estas son para negocio y tratando de contrabandistas y evasores de impuestos a los migrantes; a esto le sumamos las mordidas de las policías, inspectores del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación las cuales exigen y ya es una costumbre, tema que los ministros de Gobernación y Agricultura deben observar y corregir.
Urge y recontra urge arreglar esta situación y confiamos que hoy en manos del Legislativo podamos dar un paso firme para llamar a las autoridades pertinentes, dar un alivio temporal y luego encaminarnos a establecer las Remesas en Especie (Encomiendas) con ese valor social, de ayuda y complemento de la economía familiar del migrante a su familia en Guatemala con una ley específica.
De este tema seguiremos escribiendo, hablando y poniéndolo en el oído público para socializarlo y visualizarlo hasta que las autoridades pongan cartas en el asunto; porque no se vale que con la justificación de incrementar la tarifa tributaria las autoridades de SAT y Aduanas sigan con estos atropellos, abusos y ajustes, castigando a estos empresarios y migrantes que siguen aportando cada día más a la economía guatemalteca.
Estemos y sigamos atentos al devenir de estos desenlaces…