Rodulfo Santizo

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Guatemalteco, migrante, facilitador de procesos para fortalecer el tejido social, visor y monitor del bienestar social, multifacético, persistente, soñador por una Guatemala diferente, gestor en desarrollo.

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El gobierno guatemalteco debe ser igual en su tiempo, espacio y territorio donde sea que se encuentre, asimismo debe dar la atención adecuada con servicios de calidad y esmero para que la población se sienta conforme con los servicios recibidos de los servidores públicos.

Esto no ocurre en la mayoría de las veces, teniendo que ir haciendo correctivos por denuncias de la población, porque hay muchas personas que tienen la oportunidad en su vida de prestar el sagrado servicio público y se les olvida por completo que la verdadera razón de ser “Empleado Público” es deberse a la sociedad, quienes con sus impuestos pagan los salarios que se devengan que en muchos casos no tienen de retorno el costo / beneficio, en consecuencia es un gasto que solo genera bienestar para esa persona que en determinado momento no realiza bien su función.

Y digo esto, porque vuelven a surgir problemas de funcionarios como el cónsul Nelson Rafael Oliveros García de Chicago en Estados Unidos que se ha portado muy déspota, indiferente y arrogante con los miembros de la Mesa Comunitaria, quienes hartos de su prepotencia y olvido a la comunidad se vieron en la necesidad de viajar a Guatemala a plantear su descontento con el proceder de este copiante de otros cónsules como Dina Mogollón y algunos malos viceministros como Pablo García, Rita  Claverie, Oscar Padilla, etc., quienes han pasado por el Minex, pero no han dejado huella, más que malos recuerdos, haciendo eco únicamente de continuidad laboral porque no se les notó colmillo de su alardeante carrera diplomática, como ellos decían.

Hoy estoy seguro estamos en otro escenario porque tenemos un gobierno que dice y quiere hacer cambios verdaderos y contamos con un Viceministro de  Relaciones Exteriores encargado del tema migrante que tienen intensiones de hacer algo nuevo y diferente en el que hacer consular en el extranjero, lo dije en una columna anterior que al Viceministro Eduardo Escobedo le veo y siento que tiene pueblo en sus venas y como tal debe actuar en esta situación que creemos va mejorar las relaciones entre consulados y comunidad migrante guatemalteca en el extranjero.

Agradecemos y aplaudimos la valentía de migrantes de Chicago que tomaron esa decisión de ir a presentar esa denuncia directamente al Vicecanciller para que se hagan esos cambios necesarios que sentaran precedente en toda las jurisdicciones consulares, porque ya hubo una acción de girar instrucciones a todos los consulados en Estados Unidos a que retomen las reuniones que en tiempos pasados se venían dando periódicamente; en la cuales se trataban diferentes problemas relacionados con la problemática y necesidades de la población migrante y los servicios consulares.

Los miedos a tener acercamiento con la población migrante deben terminar, porque la lejanía estando cerca es peligrosa porque hace crecer esa brecha de desconfianza y descontento con las autoridades, no hay nada mejor que sentarse a ver la problemática y todos buscarles soluciones que van definir una ruta de mejor convivencia.

Posiblemente a estos momentos estemos hablando de un exfuncionario o ex cónsul Oliveros, porque creo que esta queja tendrá resultados y consecuencia positivos, marcará un nuevo rumbo en las relaciones de consulados y comunidad migrante.

Esperamos que estas reuniones sean de provecho y tengamos oportunidad de ver a todo el aparato de empleados públicos que actualmente laboran para los consulados, independientemente que sean presupuestados (011), por contrato 022 o 029, etc.), porque finalmente todos ejercen función pública y deben ser conocidos por la comunidad; sabiendo que en los consulados hay decenas de empleados que nunca conocen la comunidad y ellos son la cara visible del Estado y por consiguiente deben estar cercanos a la población.

Señor viceministro Escobedo cuente con nuestro apoyo como comunidad y trabajemos de la mano, en el entendido de que hay buenos empleados en los consulados (cónsules, vicecónsules, secretarios, etc.), pero también hay muchos que dejan que desear porque fueron puestos como siempre por conectes políticos, amiguitis, militaritis, contactos con televisoras de Guatemala, etc.

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