Por el drama que representa cada migrante guatemalteco estamos en condición de exigir derechos y hacer que el gobierno guatemalteco nos cumpla con las obligaciones dilatadas y no cubiertas en tiempo a la diáspora guatemalteca que de sobra es sabido que está manteniendo y dando sustento a la economía con las remesas en efectivo, encomiendas en especie por diferentes medios, diversos envíos a través de muchas importaciones, recargas telefónicas, entre otras cosas no mencionadas.
Cada familia que tiene un migrante en el extranjero ha sufrido esa separación del ser querido que a costa de su partida hoy tienen un alivio económico para suplir esas carencias de un estado ineficiente con funcionarios públicos electos y designados acostumbrados a sólo recibir su salario seguro todos los meses y que no tienen idea de cómo es estar al frente de instituciones que deben prestar servicios de primera calidad y con una mejora continua.
Siempre traigo a referencia las frases de un amigo que dice lo siguiente: los gobiernos tienen muchos empleados que ni borrachos se ponen contentos porque no articulan gestos faciales de buena armonía y sonrisa, actúan como si tuvieran un retorcijón por alguna comida que les cayó mal, catalogándolos como Malas Caras.
No señoras y señores funcionarios, para ser empleado público se debe tener empatía y dejar los problemas que les agobian en casa, déjenlos y sean alegres, contentos, sonrían, disfruten su trabajo y den Gracias a Dios por tener la oportunidad de que por los usuarios, en este caso los migrantes y la población en general en Guatemala, ustedes llevan dinero a sus familias, caso contrario serían personas que saber cómo estarían. Aprovechen el tiempo para demostrar que son buenos atendiendo a la gente, no sean mal encarados con los guatemaltecos, principalmente con los que ustedes consideran por su arrogancia que no son iguales a ustedes, dejemos ya esas malas costumbres de racismo, discriminación, clasismo que se ve en la atención al público en muchas instituciones del estado, evidente en consulados.
Todos somos iguales, aunque tengamos diferente vestuario, hablemos idiomas mayas, no sepamos leer y escribir, no usemos lociones de olor agradable, o lleguemos con vestuario de trabajo como manchados de tierra, por todos corre sangre guatemalteca, a todos nos gusta la tortilla, las garnachas, los chuchitos, tamales, frijol y tantas delicias de nuestra gastronomía.
Hoy seguimos exigiendo por todos los medios habidos y por haber lo siguiente: existencia de pasaportes mensual en cada consulado con un inventario no menor por mes de 8 mil cartillas para su impresión, con auditoría social de la sociedad civil migrante en cada región consular, donde los cónsules darán un informe público y físico, verificado por la diáspora correspondiente, ya basta de tanta marufia y malas prácticas de migración en las licitaciones de pasaportes, que la Autoridad Migratoria cumpla con su función: atención “Vicepresidenta”, hagan públicas esas comisiones de funcionarios designados para ese proceso…; queremos urgentemente un trato digno con rostro humano con personal multidisciplinario para aprovechar las potencialidades del migrante y aprovechar hacer desarrollo desde la lejanía, queremos diversificar el país con unos verdaderos consejeros que funcionen como facilitadores gubernamentales y que sepan ser auténticos entes de cambio, porque esa debe ser su principal función; capaciten a los que quieran reconvertirse y los que no sirven cámbienlos, porque estoy seguro que al hacer una evaluación general, hay buenos, como también hay muchos que están allí sólo porque un político los conectó y ni siquiera se han dado cuenta que son empleados públicos y que se deben a la comunidad; seguimos pidiendo: mejor y más atención y protección consular en el país receptor (aspectos de migración, laborales, visitas a centros carcelarios, hospitales, etc.) y en los países en donde hay migrantes en tránsito, que cada institución cumpla su función, que gaste el presupuesto en servicios verdaderos y no en gastos superfluos; impresión de pasaportes, documentos de identidad personal DPI en cada consulado existente; utilización de los espacios consulares como territorio propio de la comunidad guatemalteca en el extranjero, ya basta de ese alejamiento de consulados y comunidad, manifestado últimamente; y seguimos con la lista: Repatriación Universal de guatemaltecos con enfermedades crónicas, críticas y cadáveres de migrantes en el extranjero como un homenaje póstumo a su contribución con el pueblo de Guatemala: atención MINEX y CONAMIGUA; queremos profesionales guatemaltecos como psicólogos, abogados, trabajadores sociales, economistas, agrónomos, entre otros, para dinamizar y dar un servicio diferenciado adecuado a las exigencias modernas de nuestros migrantes y nuestras comunidades de origen, aprovechemos que hoy tenemos las remesas como fuente de desarrollo y no dejemos pasar el tiempo y que en unos años nos arrepintamos por no haber aprovechado este recurso de mucho valor, “por favor despertemos y hagamos algo, aquí estamos con nuestras ideas, sólo queremos voluntad política, no sean inertes queridos funcionarios, urge actuar…; deseamos crear el Fondo Nacional de Atención a los Deportados con un fideicomiso especial en un FORELAP (Fondo de Reinserción Laboral y Productiva) para aprovechar las bondades, capacidades de la gente deportada y fortalecer las Economías locales territoriales con entidades financieras como las figuras cooperativas de migrantes ya funcionando y operando en Guatemala “Proyecto Comunidades Espejo” urgen las Reformas de CONAMIGUA para que los migrantes saboreemos esa ley de participación ciudadana con nuestra voz y voto, participando en la toma de decisiones en lo que nos importa, porque somos los únicos que sabemos del tema migrante, sabemos donde nos duele el zapato; deseamos un trato justo y legalizado en los envíos de migrantes a sus familiares, no más abusos y atropellos en las encomiendas de parte de la SAT y Aduanas, urge la Ley con Valor Social de la Encomienda y toda importación de migrantes a Guatemala; queremos voto electrónico y presencial en las elecciones guatemaltecas, urge el distrito 24 para la población migrante en el Congreso Nacional, uniformizar el voto con pasaporte y DPI, votar para presidente, vicepresidente, diputados y alcaldes municipales, garantizando el derecho a elegir y ser electo desde cualquiera parte del mundo, presencia permanente y constante de personal del TSE y RENAP en los consulados y otros cambios urgentes a esa Ley Electoral y de Partidos Políticos; si es necesario cambiar en hacer reformas y enmiendas a tanta ley orgánica de varios ministerios vamos señoras y señores diputados es momento de actuar porque hay tanto que caminar en Guatemala hasta esa injusta Constitución Política que da privilegios a sectores que no lo merecen, hay que hacer cambios para ir de acuerdo a los avances de la sociedad moderna que exige de la actualización de las reglas y normas de las cartas constitucionales, si la Biblia ha sufrido cambios, porque no, un documento hecho por aquellas mujeres y hombres constituyentes de 1985, que aprobaron esta Constitución Política de la ”Era Democrática”.
Y la lista es más grande, ya se dirá en otras reuniones con funcionarios de alto nivel en cada oportunidad que se tenga, pongan atención a tanta propuesta migrante y pónganos a gente que entienda el tema migrante y no oportunistas políticos que sólo nos utilizan. Para finalizar esta columna va especialmente de aquellos migrantes indocumentados que pueden alzar la voz, pedirles a los funcionarios a que cumplan su trabajo y porque son ellos los responsables en un 98% de las remesas enviadas a Guatemala, porque ellos todavía tienen ese arraigo por sus comunidades por no tener un beneficio migratorio.