Rodulfo Santizo
En política partidista las elecciones son un proceso institucional en el que los electores eligen con su voto, entre una pluralidad de candidatos quienes ocuparán los cargos políticos en una supuesta democracia representativa, convocando para el caso de Guatemala, elecciones a la jefatura del gobierno central, departamental y municipal, haciendo estas etapas de la vida nacional más interesante en cuanto a publicidad y promoción se refiere.
En esta oferta anticipada, prohibida por cierto, hay de todos, algunos actores en función actual, intensifican sus apariciones en medios de comunicación y redes sociales para hacer más evidentes sus logros como funcionarios públicos y los aspirantes por lo mismo se están posicionando dentro del espectro e imagen de la población en general y como costumbre en Guatemala los anuncios y promociones de aspirantes a cargos públicos por elección popular empieza a hacerse con mucha anticipación aunque no haya convocatoria oficial, ya los cartones de la lotería electoral están ya circulando en los medios posibles.
Los actuales funcionarios electos están haciendo notorias sus actividades y aparecen en todo momento dando declaraciones o publicitando sus múltiples actividades para estar presentes en los espacios para que la sociedad los pueda apreciar, buscando desde ya una posible reelección.
En Guatemala todo esto es ya traducción aunque la ley lo prohíba, pero bueno así es la forma en que muchos se están vendiendo desde muy temprano, por un lado miremos lo positivo de cómo se comportan los posibles candidatos para tener suficiente tiempo para evaluar e ir descartando los charlantines acostumbrados a las demagogias y burda forma de convencer a una población que está esperanzada en buscar personas que llenen las características ideales para ser los futuros funcionarios electos para esos cuatro años de gobierno.
Lo que nos toca como sociedad en estos tiempos de emergencia nacional por la situación gravísima de Guatemala es aprovechar estas elecciones futuras para ir viendo aquellos candidatos que llenen nuestras expectativas y sean verdaderos representantes nuestros para tomar esas decisiones que nos van hacer un país en camino a una verdadera democracia que incluya a todos los sectores en igualdad de condiciones y no como estamos actualmente que hay democracia para ciertos sectores dominantes y dictadura para el grueso de la población, que somos la mayoría.
Renovemos los liderazgos, es urgente hacer nuevos cuadros de recambio, evitando las reelecciones para dar oportunidades a nuevos políticos, principalmente aquellos que han demostrado un trabajo por el bien de la comunidad de forma voluntaria y no aquellos que se han aprovechado de cargos públicos con jugosos salarios y ahora se presentan como líderes auténticos, publicitándose como la mejor opción para ser electos.
Ya es tiempo de que los guatemaltecos despertemos y elijamos en este 2023 a nuevos rostros en todos los espacios de servicio público, porque nos estamos jugando la vida de las futuras generaciones; ya que no se puede de otras formas porque esta pandemia no ha permitido hacer ver el repudio social ante el abismo y descalabro actual.
Empadronemos y participemos en estas elecciones para hacer valer nuestra voz y contribuir a ese cambio con nuevos participantes, haciendo insistencia con una renovación y reconversión total en todos los ámbitos de servicio público y pasemos la voz para que la población vulnerable no sea sorprendida, informándolos y educándolos en la manera correcta de votación, evitando las formas acostumbradas tradicionales y populistas.