Rodulfo Santizo
Los migrantes deben urgentemente crear medios de producción a través de las fuerza productiva que tienen con sus familiares en los municipios de origen en Guatemala para hacer valer ese potencial agregado que tienen en los más de diez mil quinientos millones de dólares que ingresan a Guatemala cada año, cantidad que puede aumentar según las estadísticas y proyecciones resientes para este año 2021.
La única forma de no caer en el consumismo es crear esas dinámicas productivas, porque actualmente estas remesas están siendo aprovechadas por aquellos sectores que ven en los migrantes los signos de dólares para prestar y vender sus productos y servicios, siendo víctimas de esa economía de mercado que da privilegio a la publicidad para que los clientes sean objeto de satisfacer sus deseos consumistas compulsivos e innecesarios en muchos de los casos al adquirir bienes y servicios, en contra parte con ser compradores porque en este caso solo se compra lo que necesita.
La organización social para la producción debe ser el camino para lograr empoderar a la diáspora guatemalteca en el extranjero y sus familiares en cada lugar de donde vienen los migrantes, creando fuentes de trabajo y oportunidades para la creación de empresas con capitales mixtos que vengan con emprendimientos migrantes y hacer ver el verdadero valor de las remesas en estos municipios que han perdido y desarticulado por efectos de la migración el tejido familiar, social y sus verdaderas fuerzas productivas; rescatarlas es nuestro deber y tarea pendiente con proyectos y formas innovadoras con estructuras organizacionales formales de apoyo al desarrollo económico productivo.
Debemos aprovechar las potencialidades agroecológicas, sociales, usos y costumbres, culturales, gastronómicas y turísticas de cada municipio y volver a los tiempos pasados donde se miraban medios de producción y una economía floreciente en las áreas rurales, las cuales eran producto del esfuerzo y trabajo de sus habitantes, haciendo municipios fuertes que planifican y enforzan su propio desarrollo.
Pronosticamos y visualizamos un futuro promisorio para todos estos pueblos que tienen cantidades significativas de varios miles de sus vecinos en el extranjero, principalmente en algunas ciudades de los Estados Unidos, invitándolos a que den ese paso al frente y se organicen para aprovechar esa bendición que Dios les ha dado al estar en un país que les da trabajo y oportunidad de tener ahorros significativos que les permita lograr el Sueno Guatemalteco, estando en el extranjero. Vamos, es tiempo de actuar y no dormirse en sus laureles!