Rodulfo Santizo
Partiendo de que la palabra corrupción es sinónimo de descomposición, putrefacción, depravación, perversión, inmoralidad, corruptela, mal olor, soborno, indecencia, etc., y que es toda acción o circunstancia en que los funcionarios públicos u otras autoridades públicas están corrompidos.
En la sociedad guatemalteca se dan principalmente estas clases de corrupción: Corrupción administrativa pública: es el uso de la función pública para la obtención de beneficios personales, familiares o grupales en detrimento del patrimonio público y Corrupción Corporativa: es el uso del soborno de parte de un sector económico o empresa para obtener beneficios corporativos.
Para mala fortuna de los guatemaltecos este mal endémico sigue su marcha inexorable, el cual ha cooptado los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, incrementándose sus porcentajes con cada cuatro años cuando hay elecciones de nuevas autoridades por las deudas y compromisos adquiridos por las falsas instituciones políticas representadas por los partidos político partidistas sin una verdadera institucionalidad para hacerle frente a los males generacionales y estructurales de una sociedad que cada día se hunde más en el fango por esta maldita costumbre de apropiarse de lo ajeno y principalmente de los recursos destinados a dar servicios públicos.
Mi madre me decía siempre que era pecado maldecir a las personas por sus actos, pero en este caso vamos a pecar y es obligatorio que todos los buenos guatemaltecos enviemos maldiciones a todos estos empleados públicos electos y designados que valiéndose de su poder transitorio se apropian de los dineros destinados a la población, volviéndose millonarios de la noche a la mañana.
Hoy día se roban cerca del cuarenta por ciento o más de los recursos del estado, gastando lo demás en funcionamiento, llevando al final un mísero diez por ciento a las clases más necesitadas en malos servicio públicos, porque dan privilegio a sobrevaloración de obras, trayendo como consecuencia obras de mala calidad y de poca duración.
Como sociedad debemos tomar decisiones que nos lleven a cambiar los destinos de estas formas de gobernar, participando activamente en una nueva ciudadanía informada y educada y no dejar que estos parásitos de siempre nos estén acabando y llevando al precipicio, hagamos auditoría social con nuevos actores, buscando los espacios que nos permitan hacer incidencia.
Este es un mensaje directo a todo aquel que ha recibido dinero producto de la corrupción (corruptos y corruptores) a que medite porque lo que ha recibido de manera anómala se te hará agua, te trae desgracia y maldición en la vida, tu familia y serás tildado por siempre por la sociedad como un vil despreciado y desgraciado ser humano que habiendo tenido la oportunidad de servir a tu pueblo o comunidad, hiciste lo contrario y te serviste, robando y recibiendo dinero por todo lo que hiciste, maldito serás!. Minchitoss1.