Roberto Blum

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Roberto Blum 

22 de julio del 2023 

A mi estimado ARR 

En la era digital, la información fluye más rápido que nunca, y su precisión se ha convertido en un factor crítico para la sociedad. La proliferación de noticias falsas, desinformación y contenidos poco verificables ponen en peligro la confianza del público en los medios de comunicación y las fuentes de información. Las consecuencias pueden ser desastrosas para los individuos y sobre todo para la sociedad entera. En este contexto, por ejemplo, revistas como Selecciones del Reader’s Digest, la National Geographic en español o The New Yorker y otras han tenido el prurito de brindar a sus lectores un contenido preciso y confiable, razón por lo que han destacado durante muchos años como modelos en la lucha contra la desinformación y la importancia de garantizar al público lector la exactitud de lo que en ellas se publica regularmente. 

Por ejemplo, desde su fundación en 1922, Reader’s Digest y en nuestra América, su hija Selecciones, se mantuvieron como un referente en la industria editorial gracias a su estricto enfoque en proporcionar contenido bien investigado y verificado. Los fundadores de la revista, el matrimonio Wallace, establecieron políticas rigurosas para garantizar la precisión de la información que se publicaba, reconociendo la enorme responsabilidad que tienen los medios de comunicación en la formación de la opinión pública. Para lograrlo, instituyeron una cultura que privilegiaba, en primer lugar, la investigación exhaustiva y el acceso a fuentes confiables de cualquier material que se habría de publicar en la revista. 

La exactitud exigida comenzaba en la fase de investigación de todo el material programado para su publicación. El personal editorial se esforzaba por asegurarse de que sus artículos estuvieran respaldados por una investigación sólida y basados en fuentes confiables. Cada dato, estadística o afirmación era verificado cuidadosamente antes de ser publicado, minimizando la posibilidad de errores o información engañosa. Una vez conseguido el material y después de haber sido verificado, en seguida, se daba un proceso de edición meticuloso. 

El equipo de edición de cualquier publicación respetable juega un papel esencial en garantizar la precisión de los contenidos. Los editores y redactores deben revisar minuciosamente cada artículo para detectar posibles errores y asegurarse de que la información sea clara, concisa y fiable. Este proceso de edición y redacción meticuloso es una importante barrera adicional contra la propagación de información inexacta o bien abiertamente falsa y manipuladora. Por desgracia, las llamadas redes sociales en la internet no han logrado crear estas indispensables defensas contra la manipulación y la desinformación que tanto daño están provocando en todas las sociedades del planeta.  

La transparencia y la corrección de errores son parte del proceso. A pesar de los esfuerzos para mantener la precisión y la confiabilidad de lo publicado, los errores pueden ocurrir en cualquier medio de comunicación. Sin embargo, algunas empresas editoriales de tradición han demostrado tener un enfoque proactivo al abordar tales problemas. Cuando se identifican errores, las revistas deberían ser transparentes y corregir rápidamente la información incorrecta, preservando así su credibilidad y la confianza en el público lector. De ello depende su propia y prolongada existencia.  

En la actualidad la lucha contra la desinformación y las noticias falsas es una tarea verdaderamente titánica. Las noticias falsas y la desinformación se propagan fácilmente a través de las redes sociales y otros medios, sin embargo, algunas publicaciones escritas destacan como baluartes en la lucha contra estos fenómenos. Al priorizar la exactitud y la confiabilidad en su contenido, estos medios ayudan a sus lectores a discernir entre la información precisa y la engañosa, alentando un pensamiento crítico y una mayor responsabilidad en la búsqueda de la verdad. Es de enfatizar que la libertad de prensa va siempre unida a una exigente responsabilidad del medio con los lectores y ultimadamente con la verdad.  

La importancia de la exactitud en la información que se publica no se limita al ámbito periodístico. La sociedad en su conjunto se beneficia cuando las fuentes de información son confiables y veraces, ya que esto permite la toma de decisiones individuales informadas y el debate político basado en hechos verdaderos. Es evidente que la democracia requiere de medios de comunicación en los que los ciudadanos podamos confiar. 

En conclusión se puede afirmar sin la menor duda que la c y la confiabilidad en la información que se publica son fundamentales para mantener una sociedad bien informada y saludable. Algunas pocas revistas y periódicos se han destacado a lo largo de los años como ejemplos a seguir en este sentido, estableciendo políticas y prácticas que garantizan la exactitud de su contenido. En un mundo donde la desinformación y las noticias falsas amenazan la integridad de la información, es esencial que los medios de comunicación y los lectores trabajemos juntos para promover y valorar la importancia de la exactitud en todo lo que se publica. 

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