El problema: En la realidad son muchos los problemas que tenemos que al final se resumen en un estado totalmente infuncional producto de muchísimas razones. Para muchos el tema está en cómo elegimos a nuestros funcionarios, para otros está en los partidos políticos. Un gran grupo sigue hablando de la falta de participación de la población y todos al final coinciden en que lo que hay es ya un cansancio, una apatía y un hartazgo de todo.
Entonces tenemos un Organismo Ejecutivo del que hemos hablado muchas veces, en donde por estar integrado por un partido pequeño que no ha logrado ser equipo y que su principal objetivo es la lucha contra la corrupción, lucha que los tiene sin poder ejecutar y velando para que los pocos que fueron parte de su equipo no caigan en esa corrupción que tanto han gritado que quieren desaparecer. Siguen hablando de lo difícil que es por qué no lo logran y otros temas de los que hemos venido platicando.
Tenemos un Organismo Judicial que si bien es cierto no representa al lado más oscuro de los poderes de factus, tampoco es un Organismo Judicial que vaya a cambiar el tema de la corrupción de la noche a la mañana. Al final se habla de que nada ha cambiado y que nuestra administración de justicia sigue siendo lenta, inoperante, corrupta, totalmente desprestigiada.
Y un Congreso de la República integrado por bancadas que están divididas en dos y está en tres partes, que no logra ponerse de acuerdo para retomar las sesiones, porque como es lógico, la oposición aprovechándose del tema de los aumentos salariales y el descontento de un buen grupo de diputados por las promesas no cumplidas, ha logrado aglutinar a un buen grupo de congresistas que hasta hoy tienen paralizado el Congreso.
¿Qué pasó? que estamos pagando las consecuencias de seguir trabajando de la misma manera sin arreglar lo más importante, el sistema de partidos políticos y el sistema electoral que se encuentra herido, gravemente herido, después de los acontecimientos que se dieron alrededor de la victoria de Bernardo Arévalo y su equipo y la lucha por no dejarlos tomar posesión y no dejarlos gobernar.
Estamos pagando las consecuencias de manera transaccional y no en base a una agenda legislativa que signifique el desarrollo de un plan de gobierno o el cambio profundo que necesita este país.
Pagando las consecuencias de haber dejado que se hicieran esas reformas constitucionales del 93 y haber dejado que se estén reformando las leyes antojadiza y casuísticamente en lugar de promover una reforma integral, una reforma profunda que recupere los ideales de la Constitución y que se ponga a la altura de esos 40 años de que entró en vigencia.
“NO SE VALE que no les cuente lo que me pasó en la entrevista con Roberto Ardón y es que en el capítulo de ROBERTO ALEJOS – PODCAST de esta semana, en donde además de tener un ameno, sincero y objetivo análisis de coyuntura, con un hombre que ha venido trabajando por este país por casi 30 años al frente de las cámaras empresariales, me doy cuenta que la falta de diálogo y de encuentros está por todas partes, incluyéndome porque aunque dialogo con todos los sectores y trato de aprender de esos diálogos, hoy Roberto me cambió dos conceptos que habían sido hasta hoy pilares de mis discursos y de mis exposiciones.
En primer lugar hablar de cambios a la ley Electoral y de Partidos Políticos, diferentes a los que por años hemos venido viendo y que nunca se llevan a cabo. Pero muy especialmente la teoría que ya compré, de que los partidos políticos no deberían de desaparecer cuando juegan por primera vez si no llegan a obtener el mínimo de votos o a colocar un representante en el Congreso de la república. No les damos la oportunidad de que se vayan fortaleciendo y que crezcan, los cancelamos y lógicamente la gente que hizo este partido se va a hacer otro y la historia se vuelve a repetir. Entonces me parece una buena idea dejar que los partidos políticos participen una y otra vez para que se vayan fortaleciendo y no desaparecer, para provocar que aparezcan nuevos. Claro, habría que poner reglas y límites como el que los partidos no puedan participar en aquellos lugares donde no tienen organización partidaria.
Pero el tema del que prometo profundizar es el tema de las élites porque cuando uno ve la falta de liderazgo político, la falta de liderazgo en las organizaciones sociales, la falta de surgimiento de nuevos liderazgos, la inexistencia de organizaciones nuevas y un gobierno sumamente pequeño al que le atrapa el día a día, especialmente porque sigue enfocado en un tema que todos apoyamos como es la lucha contra la corrupción. Quienes tienen que llamar a la unidad son las élites.
YA ES HORA que cambiemos el concepto, porque así como estamos, son las élites las únicas que pueden convocar al diálogo y a la negociación, urgente para ponernos de acuerdo como país.
En el entendido de que la verdadera definición de Élite, según Mills, la élite del poder son las personas que toman las decisiones importantes en la sociedad. Dirigen el ejército, las grandes corporaciones y el gobierno, las decisiones de otras élites, como los ricos comunes y corrientes y las celebridades, carecen de importancia. Elite: Proviene de una palabra francesa élite, que significa el conjunto de los mejores de la sociedad. A su vez, élite deriva de élire, que quiere decir elegir o elección (Ferrando Badia, 1976. (CONTINUARÁ)