El problema es que todos hemos aceptado que lo que sucede en el país, es que es un país gobernado por un sistema totalmente cooptado, donde las instituciones del Estado están cada día más débiles y en manos de quienes por años han dominado el país, convirtiendo este en una nación al servicio de unos pocos. Un tema que cuando uno lo menciona y lo describe suena izquierdoso y hasta comunista, pero que si lo revisamos tema por tema, es simplemente nuestra realidad.

Si vemos qué está pasando en nuestros organismos del Estado y en algunas instituciones que los constituyentes quisimos hacer fuertes e incidentes, nos ponemos a pensar: Realmente fue esta nuestra intención o fue desde un principio un gran error, o la buena intención se fue transformando conforme fuimos malinterpretando la Constitución, mal transformándola y malinterpretándola para que esta se convirtiera en algo al servicio de los mismos de siempre.

¿Qué pasó? Como lo hemos mencionado muchas veces después de las elecciones vino esa toma de posesión que costó mantenerla porque a todas luces evidenció que, el antes llamado Pacto de Corruptos, ahora de los Golpistas, intentaron que este gobierno no tomara posesión y hoy en día siguen insistiendo que este gobierno no debería ser el gobierno.

Aunque todos sabemos que lo que pretenden es que el Presidente de la República, la Sra. Vicepresidente y todo su equipo salgan del poder, seguimos tratando de entender qué buscan y a quién pondrían en su lugar si su idea tuviera éxito.

En el resumen de todo lo que está pasando en este país, narrado muy rápidamente en el ROBERTO ALEJOS PODCAST de la semana hablamos de varios temas importantes. Temas como que el gobierno de los Estados Unidos va a tomar control de los puertos, por lo menos de Puerto Quetzal y como una vez más, producto de la corrupción mezclada con la falta de experiencia, la infraestructura no va a caminar. Hablando siempre del Organismo Ejecutivo, cuestionamos ese sistema de darle a los padres de familia el dinero para alimentación escolar arriesgándonos a que por falta de experiencia aunque su intención sea buena, no paren dando la alimentación necesaria, cuestionando el por qué no regresamos a los métodos antiguos donde empresas expertas en el tema se hagan cargo de un tema tan importante.

Vivimos tratando de entender qué está pasando en el Congreso de la República en donde los partidos políticos están más divididos que nunca, en donde se ha desatado una guerra directa en contra del Presidente del Congreso que todos los días tiene que enfrentar un problema distinto provocado por quienes no están de acuerdo con él o por quienes alguna vez lo apoyaron y ahora están molestos porque lo ven demasiado cerca del partido gobierno.

Con mucha preocupación insisto en el problema del Tribunal Supremo Electoral, un tema fundamental en un Sistema Republicano basado en una democracia representativa, en donde a través del voto directo, el pueblo delega el poder a funcionarios en elección directa, un tema que en esta oportunidad se cuestiona porque en la situación actual, el tribunal electoral no está haciendo absolutamente nada al mantener a los magistrados titulares fuera de la jugada mientras los magistrados suplentes pretenden asaltar el poder y la dirección del mismo. La pregunta en esta institución es: Qué vamos a hacer para corregirlo porque no podemos ir a elecciones con un tribunal como el actual.

NO SE VALE que no nos demos cuenta cómo estamos perdiendo el país, que no estemos conscientes de que vamos camino hacia un Haití, aunque tenemos que pasar antes por Honduras, porque si bien es cierto no estamos tan mal como esos dos países, vamos por ese camino.

Pero es que nos damos cuenta que lo que sucede es que una vez más la población regresó a su antiguo estado de decepción, a ese hartazgo, a ese odio a la clase política que hoy se ha convertido más en un desprecio al sistema, ya no es un tema de cualquier cosa menos uno político, el tema se convirtió en cualquier cosa que no sea lo que estamos actualmente haciendo, ese sistema no funciona busquemos cualquier otra cosa.

YA ES HORA que como lo mencioné en el capítulo de esta semana de ROBERTO ALEJOS PODCAST, hagamos algo por salvar la institucionalidad del país, actuemos con responsabilidad y con la velocidad que la crisis lo amerita, porque aunque veo a mucha gente llena de buenas intenciones, veo a más gente parando esas buenas intenciones y parando cualquier movimiento que tenga tendencia de cambio.

No es posible que los temas duren 24 horas y es que no es porque no sean importantes o que a la población no le interesen los temas, es porque apenas hemos terminado de entender el problema cuando surge otro aquí, las noticias y por lo tanto las crisis no duran ni 24 horas y como diría un cercano amigo mío involucrado la política: “Cuando yo creí que ya lo había visto todo, viene algo inesperado”.

No es posible que veamos la situación con tanta indiferencia. No es posible que no hagamos algo que no sea lo de siempre, confrontar, quedarnos en la crítica sin trabajar en algo que realmente cambie la situación. Pregunta crítica y trágica es, ¿por dónde empezamos si todo está tan mal? Ustedes son de los que piensan como aquel viejo dicho: “podría estar peor”, yo soy de los que cree que si participamos podríamos estar mejor, pero cómo y cuándo, si cada quien tiene sus propios problemas y muchos de ellos, la mayoría tienen que ver el sustento diario, cómo hacer para que pensemos en medidas de cambio a corto, mediano y largo plazo cuando lo inmediato nos está matando.

José Roberto Alejos Cámbara

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