El problema consiste en que venimos hablando desde hace muchísimo tiempo que estamos perdiendo el planeta del cambio climático, se habló primero de la famosa capa de ozono y el agujero que se había abierto; se habla de que se están derritiendo los polos como de los incendios en todas partes del mundo y ni hablar de las aguas contaminadas, así como también de especies que se han extinguido y cuántas están ya en vías de extinción.

En Guatemala tenemos muchísimos años de estar hablando de una Ley de Aguas, de estar conscientes que estamos contaminando todos los ríos del país, por no decir que ya están todos contaminados. Asimismo, el basurero de la zona 3 es un tema que ya nos tiene cansados, y que ya ni me recuerdo cuándo fue la primera vez que empezamos a hablar que había que eliminarlo. También hablamos de los basureros clandestinos, y ahora vemos que las orillas de todas las carreteras del país están llenas de basura y aunque hemos hablado mil veces de ser los responsables de la contaminación en el golfo de Honduras, pareciera que el tema es otro.

Hace cuánto estamos con el problema del lago de Amatitlán y de organizar excursiones para ir a limpiar el lago de Atitlán. Hace cuánto se habla de las plantas de tratamiento de desechos y, ni hablar de leyes y reglamentos para la contaminación del humo de los vehículos y de las fábricas, y al final todo se queda en eso: EN HABLAR.

¿Qué pasó? Los Ministros de Ambiente que hemos tenido, han hecho en su mayoría un buen trabajo; han hecho un buen intento; se han peleado con todo el mundo y se han enfrentado a los grandes y poderosos. En esta ocasión, la actual Ministra pone en vigencia el reglamento para clasificar la basura, un tema que en otras partes del mundo, y no en países muy lejanos, ni tampoco muy sofisticados, modernos o grandes, la clasificación de la basura es ya una costumbre; y en otros la utilización de ésta es ya un hecho, pues el reciclaje y el uso de los desechos biodegradables son ya realidades.

Salió el reglamento con tiempo, las leyes han sido aprobadas hace años, y se vino advirtiendo y capacitando a toda la población sobre el tema y, cuando llega el día, resulta que un enorme porcentaje de la población ni le interesa el tema, a otro gran porcentaje le costó aprenderlo, pero el colmo fue que en la ciudad capital se organizaron, saliendo a las calles, parando el tránsito para oponerse y plantear negociaciones que ahora están haciendo que el reglamento dé marcha atrás; por lo menos aquí en la ciudad, ya no clasificamos en 3 partes solamente en 2.

NO SE VALE, que no le demos la importancia que realmente tiene el problema ambiental, que no cumplamos con las leyes de este país, que ya se ha convertido en una costumbre; prácticamente somos un país anárquico donde cada quien hace lo que quiere. Y podemos dar muchísimos ejemplos de leyes y reglamentos que han surgido sobre el tema y que en serio  no se cumplen, lo hacen a la fuerza y de mala gana o de mala forma.

El colmo fue llegar a justificar que clasificar la basura, que vivir entre la basura, que estar pescando objetos entre los desechos, entre lo peor de lo peor en materia sanitaria, es una forma de vida y que hay que respetarla, cuando en la realidad, como lo dijo Marco Vinicio Cerezo Blandón, Director de Fundaeco, en la entrevista de la semana pasada: “Nadie debería de vivir o trabajar entre la basura. Esto es inhumano, es simplemente algo increíble, pero que además se justifique o se use como una justificación para lo que realmente está pasando.

YA ES HORA que entendamos que como todo en este país, los intereses de los grandes y poderosos, de los mafiosos están de por medio, entendamos que aquí hay algo más de fondo y que los negocios sucios, valga la expresión en este tema, los negocios corruptos, deshonestos, dirigidos por personas a las que realmente no les interesa la dignidad humana, ganan las batallas en este país.  Realmente, no podemos dejar ese tema así, no puede ser que algo tan sencillo como clasificar la basura en nuestras casas, en nuestras oficinas o en nuestro trabajo se haya convertido en el problema en que se convirtió.  La única explicación es que aquí hay algo más… Y es que en este país los problemas más grandes se han convertido en negocio, ya que la población no tiene agua y es un gran negocio vender agua; el gobierno no puede dar educación y es un gran negocio poner un colegio; no somos capaces de brindar seguridad, pero sí somos el país con más empresas de seguridad privada por cápita. Por lo menos aprendamos y entendamos de qué se trata, les recomiendo que vean la entrevista. ROBERTO ALEJOS PODCAST.

José Roberto Alejos Cámbara

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