Esta semana tuve el gusto de tener una charla con Pedro Trujillo, un viejo amigo, periodista y analista político de mucho colmillo.
Tuvimos la oportunidad de analizar los tres organismos del Estado y un tanto hablar de la política en general, terminando con un tema que a todos nos preocupa: la poca participación de una población, sobre todo el poco interés, el poco tiempo, o un poco de todo, para querer cambiar las cosas. Estamos acostumbrados a sacrificar, pero no a contribuir al cambio o por lo menos exigir que las cosas cambien, hablando un poco de la parsimonia del ciudadano.
Entre otros temas, era necesario hablar de Sandra Torres, porque es el típico ejemplo de una persona que, de una u otra forma, hizo bien su trabajo a la hora de formar el partido y que tiene un reconocimiento por el papel que hizo cuando fue Primera Dama, como una mujer luchadora, persistente y con las metas muy definidas. Como Candidata, verdaderamente ha recorrido todo el país y, como dijo Pedro “se puede estar de acuerdo o no con ella, pero hay que reconocer su capacidad de trabajo, aunque también es necesario hacer énfasis en que personas como ella, a quienes ciega la ambición, la lucha por llegar al poder, un poco por la terquedad y hasta cierto punto, buscar cualquier tipo de alianza a cambio de obtener su espacio; y no hablamos con el afán de criticarla, sino con el afán de poner un ejemplo de quienes han estado en la jugada y no reconocen cuándo es el momento de retirarse.
Pudimos hablar de lo que podría pasar en este país en relación con el Presidente de la República y todo lo que le ha tocado vivir, hablando un poco de cuáles podían ser los escenarios. Entre lo que Pedro habló y lo que yo puedo analizar, como resultado de esta lucha entre el Presidente y el Ministerio Público; y es que podría haber un escenario que realmente no pase nada ni de un lado ni del otro y que todo el mundo se quede esperando con el tema de “a ver qué es lo que pasa”. Hablamos de cuál es el escenario posible, pero podría ser lo más común: llegó y pasó y aquí no ha pasado nada. Un segundo escenario sería donde realmente el presidente pierda la batalla y tenga que abandonar la presidencia; que tenga que abandonar también la Señora Vicepresidenta, que el Congreso de la República nombra a sus sucesores y estos estarían encargados de nombrar al Fiscal para que todo quede como estaba.
Hay un tercer escenario y es que sea Bernardo Arévalo que nombre Fiscal y que sea Fiscal que realmente le ponga atención a la persecución de quienes cometieron delitos y de acuerdo a lo que platicamos con Trujillo eso simplemente vendría a cambiar las posturas, pero provocaría otra confrontación, otra hecatombe solo cambiaría de lado no terminaría con el problema simplemente pasaría lo que pasa con el péndulo estaba de un lado se pasa para el otro. Tema en el que coincidimos, no podemos seguir en algún momento, este país debe terminar con la persecución de un lado o del otro.
Podemos hablar un poco sobre qué pasó en España, tanto después del conflicto armado en España, cómo pudieron darle final al tema a pesar de qué hubo quienes quisieron revivirlo y mantener la confrontación, hablamos de los acuerdos entre partidos, pocos acuerdos, pero respetables porque realmente de lo que estuvimos hablando es quien le pone la tapa al pomo, para terminar con esta confrontación que pareciera que no tiene final.
El análisis nos llevó poco a poco a una conclusión y es que no podemos seguir así, no podemos seguir confrontados en donde un sector tiene el poder vengándose del otro, y después el otro tiene el poder y se venga de éste. Hay acuerdos mínimos que deberían de empezar o por lo menos respetase, porque no estar de acuerdo se vale, Es parte del proceso, es parte del sistema, es parte de la democracia. Lo que tenemos que aprender es a respetar es que si la derecha tiene más votos que la izquierda vamos hacia lo que la derecha quiere o al revés, que la izquierda tiene más votos que la derecha será lo que la izquierda quiere, pero eso va a depender del pueblo, de cómo va el pueblo vota de acuerdo con lo que encuentren en la oferta Electoral.
NO SE VALE que nos siga pasando lo que pasó en la última elección, y me encantó la analogía que Pedro presentó después de analizar que quien realmente ganó las elecciones, fue el voto nulo; y quedó muy claro cuál fue el porcentaje de votos que obtuvo el partido ganador y por qué fue que se convirtió en el partido ganador; se trata simplemente de un tema de la oferta y la demanda, en donde se puso de ejemplo como cuando uno llega a una tienda a pedir un helado y pide un helado de fresa y el dueño de la tienda le dice de fresa NO, entonces deme uno de vainilla, tampoco tengo y entonces de qué tiene, sólo tengo de chocolate y de limón, entonces toca escoger entre el de chocolate y el de limón, aunque uno hubiera preferido de fresa o de vainilla, al final no paramos comprando el helado que realmente queríamos. Me gustó la analogía porque eso se compara con lo que hemos hablado, es decir, votamos por el menos peor o por el que es atractivo, ante lo que no había, ante lo que probablemente es más parecido a lo que hubiéramos querido, aunque no se le parezca lo mejor entre lo poco que había para escoger.
YA ES HORA que hablemos sobre la parsimonia ciudadana, por no decir, la falta de interés, la poca preocupación que se convierte en poca o casi nada de participación, algo que de alguna manera tenemos que cambiar. Al paso que vamos hablando de candidaturas necias, de más de lo mismo y de mantener la confrontación y no ponerle la tapa al pomo no va a cambiar. Realmente fue un hablar de todo poquito lo que deberíamos de hacer más seguido entre amigos, hablar de la situación del país en todos sus aspectos, hacer el análisis de lo qué podría pasar, pero lo más importante es decidir en qué podemos colaborar para que las cosas cambien, porque ahorita nos limitamos a decir vamos bien, vamos mal o no vamos a ningún lado y esto realmente no puede continuar. Más en ROBERTO ALEJOS – PODCAST.