José Roberto Alejos Cámbara

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Esta semana tuve el gusto de tener una charla con Aquiles Faillace, compañero constituyente con quien siempre hemos compartido la idea de qué nunca se debieron haber dado las reformas constitucionales de 1993 94. Fue precisamente que esas reformas constitucionales donde se le hicieron cambios a la forma de elegir a las y los magistrados de la Corte de Justicia y de Salas de Apelaciones y en donde se cambió de qué el Presidente de este Organismo fuera por un solo año y no como nosotros lo habíamos previsto, que fuera de cinco. Se aumentó el número de magistrados, además de otros cambios que ahorita no vienen al caso.

Por cierto es que pudimos analizar y preguntarle a Aquiles, que pensaba sobre el resultado de la elección de las nuevas Cortes y aunque ya nos lo había dicho en otra oportunidad, en un foro donde se hizo cargo del Instituto de Estudios Constitucionales, no podemos tener nada peor que lo que teníamos. Palabras dichas antes de la elección y que hoy nos lo volvió a repetir; cualquier cosa comparado con las Cortes que usurparon el poder por más de cuatro años es ganancia. Pero con este sistema de elección no vamos a llegar a ningún lado, aunque lo que realmente hay que cambiar es la forma en que estamos graduando a los profesionales del derecho. Algo que también platicamos con Pedro Trujillo, amigo, analista y periodista que también habla de la forma en que deberíamos de cambiar la carrera de abogados y notarios.

Muy a su estilo nos habló de lo poco que podíamos esperar de las nuevas Cortes y de cómo estamos equivocados desde su punto de vista, en relación a en donde realmente está el problema. Porque si en algo coincidimos todos y aquí, ya son palabras mías, es increíble lo que está sucediendo en ese país cuando vemos al Ministerio Público confrontado al Organismo Ejecutivo desde la campaña

Y es que como ya lo hemos mencionado varias veces, desde que el Partido Semilla sería declarado segundo lugar en la primera vuelta, para así pasar a la segunda, el Ministerio Público en contra de la ley Electoral y de Partidos Políticos y de toda la intención que tuvimos los Constituyentes, al hablar de la República y al separar el Ministerio Público del sistema electoral, la confrontación y la guerra, porque esto es una guerra que no ha parado.

Se fueron por el fraude electoral, porque Semilla nunca debió haber existido como partido, después se fueron contra el proceso en sí, trataron de evitar que tomara posesión el Presidente y una vez que tomó posesión tratan de qué abandone su puesto a través de un proceso legal. Se han encaminado contra todos aquellos que pudieran ser aliados el Presidente, de su equipo. Presentando denuncias y querellas en su contra, pidiendo trámites de antejuicio. En todo caso manteniendo el dedo en la llaga.

NO SE VALE que esto continúe, no vamos a iniciar los cambios en administración de justicia, ni vamos a poder tener realmente un proceso de lucha contra la corrupción, si esta confrontación en los tribunales continúa. Si seguimos politizando todo proceso, además que con esto no se puede lograr el camino hacia lo que la población realmente está esperando de un gobierno diferente. Partido al que escogieron en lugar del voto nulo, también promovido por Aquiles Faillace y que al final fue el ganador de las elecciones.

Algo realmente diferente que dijo el compañero Constituyente, fue decir que El Mounstro está en el centro cívico, ahí es donde se mantiene el miedo que se acrecenta la confrontación y de ahí la importancia de estas Cortes que fueron electas bajo un sistema que ya no funciona.  Pero que al final fue muy transparente, lleno de acuerdos y consensos, con Cortes electas con un amplio respaldo de la clase política.

YA ES HORA de qué nos demos cuenta de qué no somos unas pocas personas las que hablamos del tema, no hay una sola persona que diga que el sistema funciona. No hay una sola persona que no crea que hay que cambiar las cosas en este país, pero en especial en este tema la forma de elegir a quienes administran justicia. Esperemos que los diagnósticos se cumplan  y que esta sea una Corte que no esté ni de un lado ni el otro y que no le ponga mucho empeño, por no decir ningún empeño, a mantener la judicialización de la política y del sistema. En alguna oportunidad también dijo Aquiles Faillace que este se convirtió en un gobierno de los jueces.  Pero también escuchemos a Pedro Trujillo quien ya lo había escrito en una de sus columnas, el problema también es la indolencia ciudadana.  Más en ROBERTO ALEJOS – PODCAST.

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