José Roberto Alejos Cámbara

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Se llevaron a cabo las elecciones en el Colegio de Abogados para votar por quiénes serían las personas que representarían a los 40,000 abogados colegiados (número aproximado) en las Comisiones de Postulación, precisamente para postular candidatos al Congreso de la República para Corte Suprema de Justicia y a Magistrados de Salas de Apelaciones. Se hablaba más de lo mismo y había un temor o que fueran siempre los mismos grupos los que volvieran a ganar sus delegados o representantes para que escogieran una vez más, entre sus amigos o cómplices.  Algo que cambió no hace mucho porque al principio era un grupo que manejaba el tema y prácticamente había creado su propia carrera judicial al capacitar a las personas que querían que llegaran a las Cortes con su ayuda.

Algunos abogados como Alejandro Balsells, Solorzano Foppa y otros más, habían hecho buenos intentos,  iban a campaña sin plata y con algún esfuerzo pero realmente competir con el dinero, contra años de estar trabajando en el tema, no era fácil, por lo tanto nunca había sido tan exitoso. Pero hoy cuando más se necesitaba, creo yo, que sí lo fue.

Y es que la famosa planilla 8 que logró colocar tres representantes de 12, mismo número que logró colocar la planilla más cuestionada, logró hacerlo gracias a que no se fueron por separado. Buscaron entre grupos que ya tenían experiencia como los dos abogados antes mencionados, las abogadas indígenas, jóvenes abogados inquietos en los medios, en la academia y en las redes sociales y lograron el primer acuerdo: Hacer una alianza, que si bien, aunque no podían apoyarse tanto, por lo menos no estorbar lanzando otras candidaturas. Según sus propias palabras más de 1,000 km recorridos, cualquier cantidad de reuniones con miembros del gremio y como cualquier organización gremial, que quiera hacer las cosas diferentes. Peleando contra los grupos tradicionales que hacían las cosas a base de almuerzos, regalos y promesas de esto o de lo otro.

Gollo Saavedra y Ana López, ambas personas conocidas y con una trayectoria conocida, pudieron contarme abiertamente sus experiencias de las cuales guardan grandes recuerdos. Pero sobre todo grandes satisfacciones, pues lograr quedar en los primeros lugares sin gastar los mismos recursos que los demás, claro que es algo satisfactorio.

Pero tres delegados suena poco y es que no solo es 3 de 12, es 3 de 25 que es el número total de miembros de la Comisión que se necesitan para poder votar por alguien y que logre este alguien pasar a formar parte de las listas que ahora tienen que estudiar los diputados. Son 37 personas las que componen una Comisión Postuladora, 12 electos de la manera anteriormente descrita, 12 Magistrados en funciones, porque son 12 decanos de las facultades de derecho que forman la Comisión. De acuerdo a la Ley de Comisiones, la preside un Rector de cualquiera de las universidades y en esta oportunidad no la presidió el Rector de la San Carlos.

Hacer alianzas para poder juntar los 25 votos era un tema difícil, pero hacer una alianza para que los demás no lograran llegar a los 25 votos era más fácil. Provocando así la negociación, entendiéndose como negociación no el viejo término de yo te doy y tú me das, si no lo que hemos venido mencionando en esa columna muchísimas veces: Es llegar a acuerdos, llegar a consensos, satisfacer las necesidades o intereses de todas las partes y esto a simple vista parecía imposible, pero al volver es imposible conseguir los 25 votos que tuvieron necesidad de dialogar.

No es lo mismo verla venir que bailar con ella, dijo la respetable abogada en la charla y el café que tuvimos el gusto de compartir, y es que hubo que sacrificar mucho porque en el caso de ella, que siempre soñó con ser Magistrada decidió sacrificar su candidatura para contribuir más como Comisionada.

Por supuesto, no quiere decir que yo defienda el sistema que como ya mencionamos antes, tuvo toda la buena intención de convertir el proceso en algo transparente, público y se logró. Pero por otro lado ya hemos hablado de cómo se politizó, se manipuló y se cooptó por aquellos que ven en la administración de justicia una forma de hacerse de dinero o de buscar la impunidad. Pero da gusto poder contar que la experiencia vale la pena y que debe servir de ejemplo para motivar a quienes no participan, a que lo hagan. Porque la participación de estas dos personas como de varias más fue un ejemplo digno de imitarse.

NO SE VALE que no participemos como debe de ser, que no veamos esto como un ejemplo a seguir, como el ejemplo y una lucha que debe continuar. Porque como lo mencionó durante el café el licenciado Saavedra esto debe servir de ejemplo para proyectos futuros, porque aún falta y falta mucho. Porque los cargos a elegir a través de Comisiones Postuladoras, que envían candidatos o candidatas al congreso son varios pero también la participación del gremio en muchos espacios, amerita que tomemos nota de lo que pasó.

YA ES HORA de que nos demos cuenta que las cosas, mejor dicho los métodos pueden cambiar y aunque parezca sólo un sueño y aunque a veces perdamos la paciencia, si ponemos de nuestra parte sin descanso y pensando siempre en la búsqueda de consensos y no en la confrontación paso a paso se puede lograr.

El Congreso de la República dio un ejemplo con las 2 Juntas Directivas que eligió en enero, con el consenso al que se llegó en la ampliación presupuestaria. Cuando esta columna se publique, esperemos que también se haya vuelto a dar ejemplo de que se puede llegar a acuerdos, eligiendo de lo mejor o podríamos decir de lo menos peor, en la lista que está en sus manos.

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