Y es que estamos por entrar al período en que ya no hay mucho que hacer si no presentamos los proyectos en estos meses de aprobación del presupuesto. Este período no dura más de dos meses, es el peor tiempo para buscar apoyo, para impulsar una ley que no tenga que ver con las finanzas del país. El Congreso de la República es el encargado de aprobar el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación, el que debe de ser aprobado antes del 30 de noviembre de cada año o de lo contrario quedará en vigencia el presupuesto del período anterior.
En tal virtud, en el mes de noviembre los diputados al Congreso de la República no tienen otro interés que no sea el estudio y aprobación del nuevo presupuesto.
Pero todo lo malo tiene algo de positivo. No todos los diputados son tomados en cuenta para la discusión del presupuesto, la Comisión de Finanzas, los jefes y subjefes de bloque y algunos miembros de la Junta Directiva juegan el papel más importante. Es un mes en el que se puede trabajar con los otros diputados, aunque la bancada no le va a prestar mucha atención a temas que no sean del presupuesto y hacen bien.
Si los diputados aceptaran un consejo, es dable aceptar que en la aprobación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación, puede estar garantizada su reelección, pues ahí están descritas todas y cada una de las obras que el gobierno por lo menos planea hacer, en sus departamentos o distritos electorales. Es en ese momento en que realmente hay que oponerse a la elaboración o construcción de obras malas, de obras que ya fueron ejecutadas en períodos anteriores, de obras o construcciones no necesarias y pelear por las que el pueblo realmente necesita o por lo menos las que el pueblo está pidiendo.
Es importante participar en la discusión de la aprobación del presupuesto de la Nación alrededor del presupuesto se rige la vida de todo el país. Ahí se determina si habrá o no aumentos salariales para el sector público, si se ha previsto seguir o no con los subsidios, cuánto se va a invertir en obras de infraestructura y cuánto en administración, cuántas plazas más van a ser creadas en el transcurso del año, cuántas escuelas más se van a construir, cuántos soldados más vamos a tener y cuánto vamos a gastar en armamento o si pretendemos reducirlo porque vamos a gastar en armamento o si pretendemos reducirlo porque ya se firmó la paz.
El presupuesto es la base y nuestro trabajo como ciudadanos comunes y corrientes, debería de estar en impulsar la efectiva participación del diputado en el estudio y modificación y aprobación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación.
Durante todo este pequeño manual, resumido en estas columnas , se ha tratado de dar lo que humildemente se consideran los entretelones y los secretillos para elaborar un proyecto de ley, presentarlo al Congreso de la República y conseguir su aprobación. Los electores, de los que ya hablamos con anterioridad, juegan en todo este proceso un papel muy importante.
No olvidar que representan cada uno de los diputados al Congreso de la República a una región; cada departamento es un distrito electoral, con excepción del departamento de Guatemala en donde la ciudad capital es un distrito y sus municipios son otro.
Entonces, no sólo es importante saber a qué distrito pertenece, es decir, por qué distrito fue electo, sino también cuales son los planes de él o los planes que el partido tiene para el futuro y como en todos los demás, al encontrarse la respuesta, al ubicar la posición para encontrarle la mejor forma de sacarle provecho.
Al diputado le encanta impulsar obras de infraestructura para que sus electores las vean, le encanta ser invitado a todo tipo de eventos y espectáculos públicos, le fascina la vida social, ser declarado hijo distinguido por su actividad creadora y por supuesto es muy raro el diputado que no quiera aparecer en la prensa.
Démosles gusto, hay que analizar el distrito electoral, al que pertenece el diputado y hablar de él y de lo mucho que nos está apoyando o de lo que nos puede apoyar, en las radios locales, en los periódicos locales; hay que asegurarse que los diferentes grupos de presión que están con nosotros lo inviten a sus eventos sociales; hay que comprometerlos, hay que hacerlos formar parte de la vida diaria pública y social del distrito al que pertenecen, pero con mucho tino también hay que hacerles notar que hay en esos mismos lugares y por esos mismos medios de comunicación se va a notar cuando se logra un hecho positivo para el distrito que se representa, no recordar a su electorado constantemente a quien se debe la obra, buscando la posibilidad de ser elegido en la próxima, hay que recordarle y hacerle ver que sin esas acciones no hubiera podido ser dignatario nuevamente, en cuyo caso no podría ocupar importante posición por el poco esfuerzo hecho a favor de sus electores.
NO SE VALE que no veamos qué es lo que realmente está pasando en el Congreso de la República, en esta lucha contra la corrupción hay que detener la obra para estudiar con quién se puede y con quién no se puede trabajar, hay que encontrar quiénes son las empresas responsables que si bien nos crearon el sistema lo mantienen, pero los diputados sienten que se quedan sin obras sin ser tomados en cuenta en la toma de decisiones, pero al final es lo que se merecen, si estamos trabajando y con un presupuesto del año pasado y no toman con seriedad la readecuación presupuestaria que se discute y además nosotros como sociedad no les llevamos proyectos que nacen de nuestro sector para ponernos a trabajar en lo que nos interesa y nos conviene como país.
YA ES HORA que le pongamos más atención a este tema. Atacar a los diputados no es la solución. Buscarlos para iniciar con ellos una relación de cara al diálogo y la negociación es el camino y que mejor que sea con nuestros temas.