El Premio y los Reconocimientos de este año se dan en función de la esperanza democrática que representó el triunfo electoral del pueblo en 2023; pero también de la incertidumbre, puesto que dicha elección y el ejercicio del gobierno han estado sujetos a ataques y amenazas permanentes por parte de las mafias criminales y corruptas.
Nos encontramos en un momento particularmente difícil para la Humanidad, con la amenaza de viejos y nuevos fantasmas -particularmente el sionismo imperialista que ha desatado el genocidio en Gaza, corrientes nazis y fascistas por el mundo, el imperialismo neoliberal y, ahora, el resurgimiento del supremacismo en Estados Unidos. Al cerrar 2024, se ven negros nubarrones de calamidades y tragedias, con guerras, hambre, pestes y muerte, incrementadas ahora con políticas absurdas y hasta criminales de muchos gobiernos.
Hoy debiésemos estar celebrando el Día de los Derechos Humanos y la Declaración Universal de los Derechos Humanos; pero se hace difícil celebrar cuando la energía social y política mundial tendrá que ser dedicada a la defensa de lo alcanzado desde la fundación de las Naciones Unidas, particularmente los derechos que limitan la codicia y malicia de sectores poderosos o, como en Guatemala, para hacer prevalecer la justicia.
Guatemala se encuentra ante un futuro incierto. Todos los Reconocimientos, al igual que el Premio, se relacionan con las luchas sociales y políticas progresistas en nuestro país, bajo condiciones sumamente adversas, porque el estado ha vivido capturado por los sectores más retrógrados del país y la corrupción. Con el sector de justicia en manos de mafias criminales y corruptas las posibilidades de los sectores honestos de avanzar hacia un modelo democrático son mínimas. Con nuestro Premio y Reconocimientos manifestamos que nos corresponde tomar las medidas políticas más audaces y firmes para enderezar el rumbo del país.
El Premio de 2024 se entregará de manera muy simbólica. La defensa del triunfo en las elecciones no se hubiera logrado de no haber tomado las Autoridades Ancestrales del país la determinación de presionar al sector privado y a los sectores golpistas con su plantón de ciento seis días enfrente del MP, en el que participaron muchas entidades y personas. Hemos querido identificar como sus representantes a las Mujeres Ixiles.
Nuestra conclusión es que, ante la incertidumbre del panorama mundial y del ámbito nacional, los sectores honestos de Guatemala debemos mantener nuestras luchas de resistencia y avance. Es tiempo de organización, formación, reflexión y acción. La RPDG hará su parte en la diáspora y con la solidaridad internacional y la comunidad internacional. Termino con un llamamiento a la unidad en la diversidad de las organizaciones y personas honestas: fuerzas sociales y políticas progresistas y muchas personas honestas más, que hasta ahora pudieron haber pensado que no era el momento de participar. Con la experiencia de crisis anteriores en el mundo y en Guatemala, es éste el momento de unirnos para generar la verdadera nueva primavera democrática en Guatemala y enfrentar las amenazas mundiales.