Consuelo Porras y Rafael Curruchiche actúan con prepotencia e impunidad, encargados por Giammattei y cómplices para utilizar el sistema de justicia contra personas que cuestionan o enfrentan al régimen corrupto. Han sido imparables hasta ahora al perseguir a individuos –pisotearon la justicia en múltiples casos, como los de José Rubén Zamora, Violeta Laparra, César Montes y muchos más presos políticos; obligaron a salir al exilio a Thelma Aldana, Juan Francisco Solórzano, Jordán Rodas y docenas más que están fuera del país- ya que el sistema de justicia bloquea ésta, al estar secuestradas la CC, la CSJ y las judicaturas.
Sin embargo, no dejan de sentirse impotentes cuando se lanzan contra entidades u organizaciones que operan en ley, como ahora contra el TSE –por ello, el MP se ha centrado en perseguir a José Ramiro Muñoz y a Eleonora Noemí Castillo, director y subdirectora del Registro de Ciudadanos del TSE, con orden de captura contra ella, pese a gozar de inmunidad, por no haber cancelado al partido Movimiento Semilla, provocando protesta fuerte del TSE y de la comunidad internacional. Y son realmente impotentes frente a la fuerza de la ciudadanía indignada. Por ello, la ciudadanía tiene que salir a la calle a ejercer su poder, aparte de realizar otras acciones políticas y legales para lograr la separación de los dos nefastos operadores. Mi firma ocupa cerca del lugar número cuatro mil quinientos en una lista de decenas de miles de personas que exigimos las renuncias de la jefa del MP y el jefe de la FECI.
Creo que la forma de derrotar a las mafias criminales y corruptas, dentro de las cuales están los cuarenta y seis inscritos en la Lista Engel y sus respectivos jefes, es saliendo a las calles. No solamente en la capital, en la Plaza de la Constitución y el resto del centro de la ciudad, sino que en cabeceras departamentales y municipales y muchos otros lugares públicos, y, ciertamente, con el apoyo de los pueblos indígenas y el movimiento popular, tomar carreteras y paralizar el país.
Queda un mes para la segunda vuelta y debemos mostrar nuestra determinación de defender el voto ciudadano contra golpes técnicos o militares (las y los corruptos pueden provocar un “cuartelazo” que los mantenga en el poder, aunque no podría sostenerse el golpe, al no contar con la luz verde de Washington). Se trata de hacer grandes manifestaciones en días no laborales y presencia constante frente a las fuentes de inestabilidad –MP, Juzgados cooptados, CC, CSJ y presidencia.
Es imprescindible realizar un Paro Nacional a corto plazo, sin esperar a nuevas agresiones para reaccionar. Debemos darnos cuenta de que si las mafias se roban estas elecciones, nos espera una dictadura más profunda, autoritaria y cruel, que obligaría a un nuevo conflicto armado interno, en ejercicio del derecho a la rebelión consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Para prevenir otro baño de sangre, debemos expulsar ya y para siempre a las mafias usurpadoras. Sé que insto a un enorme esfuerzo; pero no podemos aceptar que un grupúsculo de delincuentes nos robe el futuro nacional.
