En la evolución de la sociedad, las piezas dentales siempre han sido relacionadas con la vida diaria de las personas, por ejemplo, los antiguos Mayas las relacionaban con el ejercicio del poder y con el culto al alma. Por un lado, porque ellos tenían identificado al jaguar como el animal más importante y poderoso de la selva a quien rendían pleitesía, pues se consideró que este poder que tenía estaba muy relacionado con sus dientes y garras, es decir, entre mejores dientes poseía el felino, más poderoso era, por esta razón se han encontrado cráneos con importantes evidencias que demuestran la intención, principalmente de los reyes y las personas que ejercían poder, en contar con las piezas dentales, lo más parecidas a los del jaguar. Pero las piezas dentales también tenían que estar en buena forma porque para los Mayas la boca era la puerta de salida de las expresiones del alma, el iik o ik (el viento), entre más sanas estuvieran las piezas dentales, más puras eran estas expresiones, de esa cuenta se realizaban tratamientos para tener los dientes limpios
Más recientemente también encontramos que a las piezas dentales se les siguen relacionando con el ejercicio del poder, porque una persona que ostenta un cargo o cuenta con algunos recursos, está más obligado a contar con una mejor dentadura que quienes no cuentan con esa posibilidad, por ejemplo en las áreas rurales, principalmente en comunidades del oriente del país, se tiene la creencia que si el niño nace ya con algunas piezas dentales es un niño lleno de virtudes, que tendrá características que lo diferenciarán de los demás niños de su edad, que será muy bueno para los estudios, que siempre será exitoso en todo aquello que emprenda, que la buena suerte siempre lo acompañará, y que será portador de buenas noticias trayendo mucha felicidad a su familia y los suyos.
En regiones del occidente del país se cree que para que el niño crezca sano, sin dificultades, la madre debe perder piezas dentales en cada parto.
A las piezas dentales siempre se les ha considerado como una de las partes más visibles, representativas y valiosas de las personas, por eso desde la época de los Mayas a la fecha, con tal de embellecerlas y que se vean atractivas, se les realizaban y realizan incrustaciones de piedras y metales preciosos, inclusive más recientemente, en las áreas rurales del país, algunos hasta colocan estrellas o sus iniciales de sus nombres en las piezas frontales.
Finalmente, en las áreas rurales y las regiones del país, se tiene una interpretación equivocada del porqué las piezas dentales se dañan o se pierden totalmente, pues al no conocer la importancia e impacto que tiene una buena higiene en la calidad y buen estado de los dientes, se piensa que las piezas dentales se pierden por una mera cuestión de edad o aspectos hereditarios, es decir, a mayor edad, más riesgo de perderlas y si en la familia existen familiares mayores de edad que cuentan con mala dentadura o no cuentan con piezas dentales, es más seguro que los jóvenes de ahora, estén expuestos a perderla y a quedarse sin ellas a una temprana edad.
Dentro este sinnúmero de argumentos que ponen de manifiesto la importancia biológica y social que han tenido y tienen las piezas dentales, es necesario entender que la mejor arma que existe para conservar una dentadura sana y de calidad, es la higiene bucal, lo lamentable es que este aspecto tan sencillo no es practicado por las personas porque no se conoce o se conoce a medias, debido la falta de procesos continuos de educación en salud que incida positivamente en el cambio de los hábitos higiénicos diarios.
En estudios actuales, se está encontrando evidencia de los tratamientos que hacían los mayas para prevenir las enfermedades de las encías y la caries, utilizando instrumentos especiales y cementos que previenen la caries dental.
Uno de los problemas de los odontólogos en el análisis para llegar al diagnóstico de los problemas orales y la sugerencia de un plan de tratamiento, es el desconocimiento antropológico de los dientes y la importancia psicológica que ellos representan en la vida del ser humano.