Nombre: Jennifer de la Cruz
Soy una joven estudiante en la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y creadora de contenido político.
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Guatemala es el país con la población joven más grande de toda Centroamérica, con un 60% de personas menores de 30 años, según el último censo realizado en el año 2018, sin embargo, a pesar de ser un sector mayoritario en la sociedad, sus demandas no son atendidas, lo que los orilla a tomar decisiones radicales en su vida, dejándolo todo y obligándolas a empezar de cero en otro país que le proporcione las oportunidades que necesita.

La migración es una dura realidad, que enfrentan los guatemaltecos día a día, arriesgando su integridad por la búsqueda de mejores oportunidades que le brinden una mejor calidad de vida. Según la Encuesta Nacional de la Juventud el 12.9% de la población joven ha migrado para buscar mejores oportunidades laborales, asimismo menciona que se evidenciaron datos al respecto de la opinión de la juventud con relación a la migración, considerando que un 9.8% de hombres y  un 6.1% de mujeres, creen que el joven que vive en otro país y envía dinero a su familia es categorizado como  exitoso, demostrando que su país de origen no genera las oportunidades que deben tener por derecho.

Migrar no es un tema que se debe tomar a la ligera, son diversas implicaciones las que hay que tomar en cuenta cuando se habla de este fenómeno social,  de las cuales podemos mencionar algunas como: la exposición al crimen organizado, sufrir una detención por parte de Migración, ser víctima de violencia sexual, afrontar crisis de hambre y frío; y a pesar de todos estos desafíos a los que se enfrentan,  al llegar a sus destinos siguen sin contar con acceso a la salud pública lo que vulnera sus derechos fundamentales.

Los trabajos a los que pueden aspirar, violentan sus derechos laborales, teniendo que renunciar a una remuneración digna, a prestaciones y demás garantías irrenunciables.

Las remesas representan un 20% del PIB (Producto Interno Bruto) siendo un total de 19 mil millones de dólares entrantes al país, por lo que son dinamizadoras en la economía guatemalteca, demostrando que gracias a los migrantes, nuestra economía se posiciona como la mejor en Centroamérica, sin embargo dicha afirmación, no es producto de una innovación en materia económica, sino que es el reflejo de una necesidad urgente por resolver.

Depender económicamente de ingresos extranjeros es preocupante, como país no debemos normalizar la migración como una solución por la falta de Estado.

Guatemala debe empezar a generar una mejor vida para la juventud, esto mediante la implementación de políticas inclusivas y equitativas, mismas que terminen con las causas del subdesarrollo que enfrenta Guatemala, que genera un impedimento a la creación de oportunidades para todos. Generar acceso a la educación, a la salud, a la seguridad y a un empleo digno es parte fundamental del desarrollo integral de cada persona, que impacta a nivel colectivo.

Luchar por un mejor país es trabajo de todos, pero en especial de las personas que ostentan el poder de decisión, quienes tienen la responsabilidad de incidir positivamente en el país generando el tan aclamado “bien común”. No podemos seguir normalizando la falta de condiciones y la poca incidencia en los espacios políticos que actualmente tiene la juventud.

Migrar debe ser una elección, no una obligación.

Jóvenes por la Transparencia

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