Autor: Luis Javier Medina
Politólogo e investigador
medinachapas33@gmail.com
Regularmente en las discusiones de carácter político nos centramos en hablar más acerca de los actores, es decir el gobierno, funcionarios, sociedad civil, instituciones públicas, entre otras. No obstante, existe un concepto fundamental que requiere especial análisis, principalmente para nuestro país: las políticas públicas.
Las políticas públicas pueden concebirse como toda intervención pública con la finalidad de resolver una situación que se considera problemática o indeseable. Desde aspectos económicos, sociales, laborales o incluso relacionados con la tecnología o seguridad, las políticas públicas surgen como un esfuerzo estratégico por mejorar la calidad de vida de la población o bien atender una insatisfacción de un grupo en específico.
En Guatemala el concepto de políticas públicas ha sido abordado desde hace algunas décadas. La Secretaría General de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) es la encargada de impulsar el proceso de planificación mediante la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas. Sin embargo, a pesar de que en la discusión pública cada vez más se habla sobre este tema, aún existen falencias y obstáculos institucionales que hay que superar.
Un eje transversal para el fortalecimiento institucional, el direccionamiento estatal y la eficiencia y eficacia gubernamental, es el de las políticas públicas. En el ámbito de la transparencia y rendición de cuentas, el énfasis en las políticas públicas supone la adopción de metodologías y estrategias que permitan una mejora en el acceso a información pública, el perfeccionamiento de los procesos burocráticos y la reducción de la arbitrariedad y opacidad en las instituciones de gobierno.
Si queremos reducir la corrupción en las instituciones, es fundamental reivindicar el concepto de políticas públicas. En este orden de ideas, resulta imperativo no solo posicionar el tema en la opinión pública, sino utilizarlo para complementar el discurso anticorrupción que regularmente se escucha en noticieros, redes sociales y espacios de análisis y debate.
El discurso anticorrupción durante más de una década se ha consolidado en el país. A día de hoy existen organizaciones que tienen por objetivo luchar contra la corrupción estatal. En paralelo a ello, se deben integrar los aspectos técnicos propios del análisis de políticas públicas, de tal forma que se arriben a reflexiones adecuadas para responder la pregunta del millón: ¿Cómo reducir la corrupción pública en Guatemala?
Instancias como la Comisión Nacional Contra la Corrupción son espacios muy valiosos para generar las sinergias necesarias en materia de políticas públicas. Se debe escuchar a todos los sectores, desde sociedad civil, sector privado, movimientos sociales y pueblos indígenas en la búsqueda de un país más transparente.
Pasar del discurso a lo institucional es clave. Si bien el activismo en lo que respecta a transparencia es una herramienta fundamental, no debemos quedarnos allí. Hablar de políticas públicas es hablar de soluciones institucionales a dicho problema público. Y lo mejor de todo es que tales soluciones, al institucionalizarse, difícilmente pueden ser trastocadas por los gobiernos y funcionarios que a futuro participarán de la cosa pública.
Así que la reflexión es la siguiente: hablemos, discutamos y formulemos políticas públicas para reducir la corrupción. No nos quedemos atrás en dicha discusión, por el contrario, informémonos y planteemos soluciones con base en evidencia y en una estrategia clara. Es hora de enlazar el tema de políticas públicas y transparencia en nuestro país.