Por: Alessandro Sapón.
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Soy estudiante de Derecho en la Universidad Francisco Marroquín y columnista en diversos periódicos. Mi compromiso se basa en la firme creencia de que el debate y la libre expresión de ideas son fundamentales para el desarrollo de nuestro país.
La inseguridad en Guatemala crece cada día y aunque no podemos culpar exclusivamente al ministro Jiménez, ni al gobierno de Arévalo por esta situación, ya que es el resultado de administraciones anteriores, sí es responsabilidad de las autoridades actuales no estar tomando acciones concretas para revertir esta crisis.
Guatemala clama por paz y seguridad. No podemos seguir viviendo entre violencia, delitos, robos y muertes. Es imperativo trabajar juntos para construir un país seguro y eso requiere reformas institucionales urgentes.
Enfrentamos un desafío urgente, pero también complejo. No es un problema que pueda resolverse de inmediato, como muchos políticos desean o prometen. Para avanzar, debemos abordar el problema desde diferentes aristas, empezando por la prevención. Mejorar la prevención del delito es clave y esto implica trabajar en áreas como la educación, la infraestructura y la promoción de valores, para evitar que sigan produciéndose delincuentes.
Este no es solo un trabajo de las fuerzas de seguridad, todos los actores deben involucrarse. La Policía Nacional Civil (PNC), el Ministerio Público (MP) y el sistema de justicia en general, juegan un papel crucial, y como no, el Mingob. Si nuestras instituciones funcionaran adecuadamente y con transparencia, la criminalidad en Guatemala podría reducirse significativamente.
En cuanto a la acción concreta, debemos enfocarnos en una reforma institucional urgente. La propuesta de la Ley 6015, que busca el fortalecimiento de la PNC, es un paso en la dirección correcta. Apoyo firmemente esta iniciativa, ya que nuestra policía necesita mayor autonomía, mejor equipamiento y más recursos para cumplir eficazmente su labor.
¿Cómo podemos esperar que la policía haga su trabajo, si no cuenta con los recursos adecuados? La reforma de la PNC es prioritaria, pero debe realizarse de manera transparente. Además, es esencial que el Ministerio de Gobernación comience a trabajar con seriedad y a diseñar planes de acción concretos, sobre todo en la capital, en colaboración con la Municipalidad de Guatemala. La acción debe ser inmediata.
Critico mucho la manera en que se manejan los datos oficiales sobre seguridad. El Ministerio de Gobernación presenta cifras que hacen parecer que vivimos en un país sin problemas graves de criminalidad, cuando la realidad es muy diferente. Lo que molesta no es solo la falta de acción, sino también la incongruencia entre lo que dicen y lo que vivimos. Abrimos el periódico y nos encontramos con noticias de asesinatos, asaltos y violencia todos los días. Si bien la situación no es culpa exclusiva del gobierno actual, no pueden pretender que están transformando Guatemala, cuando claramente no es el caso.
Es fundamental ser objetivos en este tema tan sensible. Apoyemos lo que se deba apoyar y critiquemos lo que merece ser criticado. En este caso, mi crítica al gobierno es por no tomar acciones concretas, para fortalecer la seguridad en el país. No podemos ceder ante la complacencia, ni conformarnos con discursos vacíos. Ante el tema de la seguridad, debemos ser siempre firmes, objetivos y responsables.
