Jóvenes por la Transparencia

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Linda Alay Medina
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En Guatemala, muchas veces pasan desapercibidas cosas que son cruciales para nuestro progreso. Y una de ellas son las Unidades de Género en el Estado. Aunque no se habla mucho de ellas, juegan un papel enorme en la lucha por la igualdad y contra la discriminación de género. Permítanme contarles un poco más sobre porqué son tan importantes.

Las Unidades de Género no son una innovación reciente. Se establecieron oficialmente en el año 2013, a través del Acuerdo Gubernativo 260-2013, con el objetivo de abordar la brecha persistente entre hombres y mujeres en los ámbitos políticos, económicos y sociales. Desde entonces, los ministerios y secretarías del Organismo Ejecutivo, han incorporado estas unidades en su estructura organizativa, reconociendo así la necesidad de una intervención especializada para promover la igualdad de género.

El compromiso del Gobierno del Presidente Bernardo Arévalo con esta causa es evidente. Consciente que Guatemala se encuentra en el puesto 117 de 155 países en el ranking mundial de brecha de género, con un alarmante 66%, el Gobierno se ha propuesto cerrar estas desigualdades. Este esfuerzo no solo busca mejorar la posición del país en el escenario internacional, sino, lo que es más importante, garantizar que todas las personas, sean hombres o mujeres, gocen de los mismos derechos, oportunidades y responsabilidades.

En este contexto, a través de la Secretaría Presidencial de la Mujer y la Secretaría General de la Presidencia, se están trabajando en reformas al Acuerdo Gubernativo 260-2013, las cuales son un paso significativo hacia el desarrollo. Estas reformas fortalecerán las Unidades de Género en tres aspectos clave:

1. Vinculación directa con el Despacho Superior: Al agilizar el proceso de toma de decisiones, las Unidades de Género podrán influir más efectivamente en la formulación y ejecución de políticas públicas destinadas a promover la igualdad de género.

2. Incidencia en la asignación presupuestaria: Garantizar recursos adecuados, es fundamental para la implementación exitosa de políticas públicas relacionadas con los derechos humanos de las mujeres. Las Unidades de Género jugarán un papel activo en asesorar la inversión del presupuesto, asegurando así que las necesidades específicas de hombres y mujeres, sean atendidas adecuadamente.

3. Definición de funciones claras y perfiles profesionales sólidos: Un personal capacitado y con roles definidos con precisión, es esencial para el funcionamiento eficaz de las Unidades de Género. Estas reformas buscarán mejorar la claridad y la profesionalización dentro de estas unidades, asegurando que estén equipadas para abordar los desafíos actuales y futuros en materia de igualdad de género.

Las Unidades de Género han asumido la importante tarea de dar seguimiento a leyes fundamentales como la Ley de Dignificación y Promoción Integral de la Mujer, creada en 1999, la Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres, creada en 2008, así como al Plan Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres, creado en 2020. Además, han garantizado que en algunas instituciones públicas cuenten con espacios de salas de lactancia, permitiendo que las mujeres trabajadoras disfruten plenamente de este derecho fundamental.

Apoyar el fortalecimiento de las Unidades de Género, es crucial para avanzar hacia un futuro, donde la igualdad sea una realidad palpable en todos los rincones de Guatemala.  Las Unidades de Género son un paso esencial en ese camino, hacia un mañana más equitativo y próspero para todos y todas.

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