Jóvenes por la Transparencia

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-Juan de Dios Soberanis

Estudiante de Ciencias Jurídicas y Sociales, Técnico Auditor forense
Twitter: GsusJuande

 

Se avecina, está a la vuelta de la esquina, el tema más sonado del momento y del que todo el mundo está hablando. Puedes verlo en cada esquina, en cada poste de luz o acera, ¡ellos están en todos lados! Este 25 de junio tenemos elecciones presidenciales para elegir al encargado de dirigir al país con las políticas que promete implementar en su plan de gobierno, solo hace falta elegir. Pero, ¿Cómo elegimos? ¿Tomamos al más popular? ¿Al que nunca ha sido señalado de malas costumbres? ¿Al que mejor sabe argumentar o es cuestión del historial que cada partido ha tenido?

Existen muchas razones para elegir al candidato que queremos que gobierne en estos próximos cuatro años. Cada uno de nosotros tomaremos nuestra decisión con base en los parámetros que hemos establecido, los requisitos que debe de tener el candidato, el estándar que imponemos para elegir. Porque el voto no es solamente llegar un día y llenar un papel, más que una decisión es un poder, el poder del sufragio que cada ciudadano tiene en sus manos, el poder para tener el país que deseamos, libre de corrupción, con un presidente que se preocupe por la juventud, los derechos de las mujeres y su protección. Un país libre de machismo y racismo; esta decisión es nuestra, de los ciudadanos.

Con base en estas ambiciones que tenemos como población, es necesario y menesteroso recordar el sentido del voto, ya que esto no es una carrera, apostando para ver quién entra en segunda vuelta sin importar el plan de gobierno, sin importar las políticas, teniendo en cuenta, únicamente, su popularidad en las encuestas y su potencial para quedar en una segunda vuelta. Si nos guiamos por la popularidad en las encuestas, estaremos repitiendo la historia de la que tanto estamos cansados. No amigos, esta es una maratón, en el que se premia al que mejores aptitudes tiene para llevar a Guatemala a mejores políticas. En la que los ganadores no son más, que aquellos con sólidos planes y estrategias. Debemos votar conociendo el plan de gobierno del candidato que nos interesa, conociendo su historial como político, su forma de debatir y defender sus ideas, sus costumbres reflejadas en las necesidades del país. Debemos ensamblar nuestros requisitos y decidir con base en ellos, para así conscientemente votar por lo que buscamos.

El poder para retomar el estado de Derecho no se encuentra en los partidos políticos. Los representantes tienen la fórmula para cambiar nuestro país, pero el poder y la decisión la tenemos nosotros. La soberanía popular es la base de la democracia que poseemos. Como sostiene la teoría de Jean-Jaques Rousseau, el poder en el pueblo es la culminación en nuestra sociedad de la política a tomar, ya que la política no se limita a ser un tema de conocedores, especialistas en la materia. La política es una decisión, un pensamiento y la materialización de esa idea para así transformarla en acciones.

Recuerda en estas elecciones que el poder lo tienes en tus manos, la decisión para cambiar el rumbo, porque de acuerdo al gran Cicerón “La libertad solo reside en los Estados en los que el pueblo tiene el poder supremo”. Y recuerda apostar por una maratón, no una carrera.

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