Jóvenes por la Transparencia

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Por Gabriela Sosa Díaz
Estudiante del Posgrado en Comunicación Política e Institucional
De la Pontificia Universidad Católica Argentina
Instagram y Twitter: @gabriiela_sosa
Gabrielaa.sosad@gmail.com
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¿Qué pasó el 20 de octubre de 1944? Para muchos esta fecha tiene un gran significado como gran avance para la mejora del país. La Revolución de 1944, también llamada Revolución de Octubre, fue un alzamiento cívico y militar que tuvo lugar en Guatemala, mediante el cual se derrocó al presidente provisorio del país, Federico Ponce Vaides. En ese momento se constituyó una Junta Revolucionaria provisional, conformada por Francisco Javier Arana, Jorge Toriello Garrido y Jacobo Árbenz Guzmán. Para esa época, la ciudad tenía un escaso desarrollo urbano, que se reflejaba en una deficiente y diferenciada cobertura de servicios esenciales, así como pocas posibilidades de trabajo para la población. En ese momento, se definió el inicio de los años democráticos en Guatemala, apareció un nuevo concepto en la administración municipal, basado en la autonomía y en la elección de las corporaciones por la población de los municipios, aunque, desde el principio, esta situación tuvo repercusiones bajo acusaciones de comunismo que afectó en el desarrollo y estabilidad del país.

Este año, se conmemoraron 78 años de aquella gesta revolucionaria. Se logró unir fuerzas obreras, intelectuales, políticas y militares alcanzando diversos logros para favorecer a la población guatemalteca, consistieron en la implementación de una reforma agraria, la instalación del Comité Nacional de Alfabetización, el reconocimiento del trabajo, la construcción del Puerto de Santo Tomás de Castilla y la carretera al Atlántico.

Guatemala necesita un refresh revolucionario que sea apto para los tiempos del siglo XXI, donde se obtenga un empleo y salarios dignos de acuerdo a la canasta básica. El país requiere que la educación sea obligatoria hasta culminar la universidad, que las leyes sean cumplidas, que los procesos democráticos sean más transparentes y no burocráticos, que exista una verdadera fiscalización y una rendición de cuentas a totalidad, con sindicatos que cumplan su verdadero rol, con ciudadanos comprometidos, y políticos apasionados por el bien común de todos.

Ciudadano haga su propia reflexión, ¿Tiene un empleo digno, que se le paga acorde a la canasta básica? ¿Tiene acceso a la educación superior? ¿Considera que las leyes de nuestro país son justas? ¿Conoce sindicatos que cumplen su verdadero rol de las mejoras del empleado o solo beneficios personales? ¿Guatemala tiene procesos democráticos y transparentes? ¿Políticos comprometidos con la ciudadanía?

Necesitamos espacios que abran la brecha al diálogo con una participación ciudadana, en la que las propuestas sean analizadas y tomadas en cuenta para una mejor calidad de vida.

Cuando hablamos de la Revolución del 1944, siento que estamos reviviendo lo mismo de hace 78 años, solo que hoy el tema es el no desarrollo, el país está colapsado, seguimos sin mantenimiento de carreteras, con pobreza, sin educación. Y ni digamos de la desnutrición, ya no hay avances, todo se quedó estancado.

¡Guatemala, necesita un Refresh Revolucionario

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