Jonathan de León
Subdirector General
Proyecto JoLu
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Cuando analizamos sobre la existencia de un espacio en Guatemala donde los jóvenes pueden estar y ser, que sea gratuito, de aprendizaje y diversión, donde se puedan vestir, hablar y crear lo que gusten, evidenciamos que este no existe. Pero no solo eso, si no que año a año escuchamos largos discursos aburridos donde el ente rector en materia de juventud, el Consejo Nacional de la Juventud (CONJUVE), enlista las supuestas acciones que realiza a nivel nacional, justificando los fondos destinados a adolescentes y jóvenes que corren riesgo todos los días en la calle. Un fondo que nunca llega a quien debería; como todo en este gobierno.
Según figura en su “Memoria de Labores” 2020 – 2021 acciones principales como acompañamiento en el embalaje de cajas para el tema de la COVID-19, Q11,877,191.55 fueron utilizados en el año 2020 por el CONJUVE. Un trabajo que se centró en el acompañamiento en la evaluación de departamentos y municipios dañados y en el apoyo al Centro De Atención Telefónica de emergencias de la CONRED, trabajo que fue realizado con personal voluntario, que dio sus servicios de manera ad- honorem, lo que nos hace preguntarnos dónde estaba todo el personal pagado. El listado continúa enumerando acciones como el levantamiento de inventario, perfilación y contratación de personal, capacitaciones en temas administrativos y compra de insumos de bioseguridad para los empleados. La pregunta que me realizaría en el reporte de estos gastos sería: ¿Qué pasa con el 29.5% de la población comprendida en edades de 15 a 29 años* que se encuentra en la edad priorizada por el CONJUVE, y que no está siendo alcanzada por las acciones que menciona el informe?
(*) Información obtenida según Memoria de labores de CONJUVE del año 2020, utilizando data del INE.
Los siguientes datos alarmantes que encontramos en su página web provienen del “Primer Informe Cuatrimestral de Rendición de Cuentas” realizado por el CONJUVE a inicios del 2021, único a enero de 2022, donde podemos recabar datos de fiscalización social. En el informe se indica que el presupuesto asignado para el año 2021 fue de Q13,000,000.00 por falta de una Política Nacional de Juventud que englobe las acciones de la institución. Al mes de abril se habían gastado Q3,583,672.25, que representa el 27.57% de los 13 millones. De esta cifra tan extravagante resalto primero: Q2,439,744.36 gastados en sueldos del personal fijo del CONJUVE, segundo: Q510,778.54 que se utilizaron en el pago que el CONJUVE realiza a terceras personas que demandan a la institución, y tercero: Q175,385.58 transferidos a la Organización Internacional de la Juventud con sede en España. La pregunta de los ciento setenta y cinco mil millones es: ¿Para qué se envía este dinero?
¿Y esto en qué me afecta como joven?
El poco presupuesto asignado para el desarrollo integral de los adolescentes y jóvenes en el 2020 e inicios del 2021 se ha gastado en pago de sueldos a empleados que no han hecho nada significativo por el desarrollo de los jóvenes. El destino dado a dichos millones evidencia las pocas actividades y baja utilidad para el desarrollo integral de los jóvenes, evitando así crear espacios físicos seguros que motiven la sana participación juvenil en temas de interés.
La información que tienen las poblaciones jóvenes (55.6% ladinos, 42.1% mayas, 2.3% integrado por la aglutinación de población xinca, garífuna, afrodescendiente y extranjera, autoidentificados de dicha manera sobre el CONJUVE y la Política Nacional de Juventud son pocas, nulas o tenuemente relevantes, evidenciando el poco acceso a la información o bien la poca distribución en idiomas accesibles para estas poblaciones.
(*) Datos obtenidos en la Memoria de labores del CONJUVE 2021 con estadísticas del INE.