Por: José Caxaj Laguardia*
*Estudiante de Relaciones Internacionales. Encuentra su pasión en diseñar y construir mejores futuros por medio de la política en la Nueva Guatemala.
El escuchar la voz de toda una generación siempre ha significado un gran reto. Gracias a las plataformas digitales y al constante uso que le brindan los jóvenes, se ha facilitado la interacción para realizar, desde ya, cuestionamientos y planteamientos de posibles soluciones a los flagelos que han aquejado a la nación. Este tipo de construcción de redes con ciudadanos activos y líderes emergentes es el inicio para una verdadera sociedad civil organizada que se dispone a participar y rediseñar las viejas narrativas que han persistido dentro de nuestra sociedad por mucho tiempo.
Como guatemaltecos debemos comprender que los mejores futuros se construyen a partir de la inclusión y tolerancia a aquellas ideas disidentes a las propias. Por ello es importante inculcar una cultura que promueva el escuchar para proponer y el diálogo para construir. Los errores que como sociedad hemos repetido durante años deben de tener un alto que los socave, ese alto en la línea temporal es la denominada generación de cambio.
La generación de cambio se caracteriza por estar conformada por jóvenes informados, con pensamiento crítico y dispuestos a involucrarse en los procesos de toma de decisiones para desarrollar nuevas y mejores alternativas a los obstáculos que impiden el desarrollo del país. Se encuentran abiertos a la discusión de aquellos tópicos que nunca han logrado ser abordados y a reconocer la necesidad de estar en constante formación para ser competentes al ejercer su liderazgo. Pero, sobre todo, a ser consientes y velar por la construcción de mejores posibles futuros para aquellos que vienen detrás y que dependen de las decisiones y acciones que se tomen en el presente.
Bajo la premisa de escuchar todo aquel conjunto de ideas plurales, se puede construir lo que soñamos, aquello que nos parece imposible. La generación de cambio comprende la necesidad de preguntarse ¿De dónde vienen? y ¿Hacia dónde van? para pasar de lo abstracto a lo concreto y de los sueños a la realidad. Asimismo, coincide en que el rumbo del país se verá verdaderamente impactado cuando se escuche el consejo de aquellas generaciones previas que anhelan ser ciudadanos de una Nueva Guatemala.
El peso de la esperanza que recae en los hombros de aquellos que están dispuestos a soñar por las generaciones posteriores a la generación de cambio, significa no solamente un mejor mañana, si no un nuevo inicio para dejar atrás todas aquellas características negativas que han marcado al Estado de Guatemala. Desde el hoy se hacen presentes nuevos aires con liderazgos innovadores, capaces de iniciar a construir, junto a otros, las posibles vías para un Estado Moderno.
El porvenir del país se definirá a partir del interés que tengamos como generación en trazar y diseñar en él mejores futuros posibles. El camino que muchos jóvenes emprendemos hoy en día es un camino con una visión compartida, el construir una Nueva Guatemala. No cabe duda de que los escenarios tan contraproducentes que seguimos atravesando durante la pandemia nos han generado retos para continuar con nuestros proyectos de vida. Sin embargo, no hemos dejado de informarnos y de involucrarnos cada vez más para seguir avanzando hacia esa Guatemala que anhelamos.
Y tú, ¿Te sumas a ser parte de la generación de cambio?