Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
Hoy, por enésima vez, volvemos a publicar una investigación que evidencia un oscuro negocio (por decir lo menos) en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS). Debemos recordar que la estructura actual que dirige estos cuestionables negocios viene nombrada desde el gobierno de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez.
El Presidente del IGSS, José Adolfo Flamenco Jau, llegó como sustituto del que realmente quería Giammattei y al inicio de este Gobierno estaba preocupado que todos los negocios que han armado quedaran al descubierto. El subgerente administrativo que es la cara visible de muchos negocios se movió desde la presidencia de Giammattei al Seguro Social.
Flamenco se midió en sus pasos en los primeros meses del 2024, pero ni el Ejecutivo, ni los patronos y trabajadores han puesto la atención suficiente en el IGSS y eso provocó que Flamenco y Cía se sintieran de nuevo confiados que tienen un Consuelo que les hace Porras y un Ángel (Pineda) que los cuida y ello provocó que se terminaran desbocando aún peor de lo que vimos en el 2023.
Los negocios armados a dedo siguen a un ritmo insostenible y cuando queramos reaccionar va a ser demasiado tarde. Estructuras que dejaron el Congreso hace años y desde entonces han sido especialistas para hacer negocios bajo el radar, ya también se fueron a apostar en el IGSS y poco a poco iremos conociendo nuevos negocios que no pasan por el tema de medicamentos.
Las crisis en muchos países del mundo, mismas que han provocado inestabilidad económica, han derivado de reventones en el Seguro Social y a este ritmo, parece cuestión de tiempo que lleguemos a ese punto.
El nivel de atención a los pacientes no ha mejorado al ritmo que se han hecho los negocios y si a eso le sumamos el tema de los amparos para el tema de los medicamentos y lo que dice el artículo 28 de la Ley de Compras, estamos en una muy compleja situación.
El famoso artículo establece: “ARTICULO 28.* Criterios de calificación de ofertas. Para determinar cuál es la oferta más conveniente y favorable para los intereses del Estado, se utilizarán los criterios siguientes: calidad, precio, tiempo, características y demás condiciones que se fijan en las bases, en los cuales también se determinará el porcentaje en que se estimará cada uno de los referidos elementos, salvo que en éstas se solicite únicamente el precio, en cuyo caso, la decisión se tomará con base en el precio más bajo. Cuando se trate de obras, la Junta tomará en cuenta el costo total oficial estimado.
Para el caso de productos medicinales, material médico quirúrgico, dispositivos médicos, gases médicos, fórmulas infantiles, material de diagnóstico por imágenes y productos sucedáneos de la leche materna que sean adquiridos a través de contrato abierto, cotización, licitación pública, compra directa o cualquier mecanismo de adquisición que se realice de conformidad con esta Ley, una vez calificado el cumplimiento de los requisitos que establece el Reglamento para el Control Sanitario de los Medicamentos y Productos Afines, en lo que se refiere a seguridad, eficacia y calidad, se utilizará el precio más bajo como criterio de calificación, siempre y cuando este precio no sea igual o superior al precio del mercado privado nacional, que tenga registrado la Dirección Normativa de Contrataciones y Adquisiciones del Estado.
Esto explica de manera sencilla por qué, en buena medida, los guatemaltecos pagamos más por medicinas que en otros países cuestan mucho menos. El precio privado se va hasta arriba y entonces con esa excusa se vende “más barato” en lo público.
Salvar el Seguro Social de las mafias que existen es un tema que no admite ideología y debería ser un punto de acuerdo social. Este tipo de saqueos son los que terminan provocando más migración, incrementando los costos de los guatemaltecos (patronos y trabajadores) que cuando pueden recurren a seguros privados. El salario mínimo creció 10% en un segmento, pero solo atender las mafias de las medicinas que en su mayoría tienen el origen en el IGSS y sus formas, habría representado mucho más que ese incremento salarial para la bolsa de todos los guatemaltecos, incluyendo aquellos en la informalidad.
El bloque de Semilla y el Presidente Arévalo ofrecieron abordar el tema de las medicinas y hasta el momento han quedo a deber. Estos son los asuntos que la población necesita que se atiendan en una democracia. Un acuerdo entre patronos, trabajadores y sector público para enderezar el IGSS es indispensable.