Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Cada vez se vuelve más evidente la protección que desde el Ministerio Público (MP) hacen en favor de Miguel Martínez (AKA, Miguelito) y su pareja, Alejandro Giammattei. No hay investigación que pueda afectar a la pareja de ex gobernantes que se mueva en el ente investigador.

Entendiendo los juegos de poder, es lógico suponer que así como el MP sabe los pecados de quienes nos gobernaron los últimos 4 años, ellos también saben algo que les da enorme Consuelo y les ofrece tener un Ángel que no moverá un dedo para buscar justicia porque en el momento que lo haga, Martínez y Giammattei salen a la carga.

Solo así se puede explicar esa forma en la que dominan a Consuelo Porras y a Ángel Pineda a tal punto que los hacen ciegos, sordos y mudos ante los descarados hechos de corrupción.

Ayer publicamos una investigación en torno al aeropuerto de Escuintla, ese que Giammattei vendió como uno de carga y de primer mundo. Ya se han pagado Q480 millones para ese aeropuerto que no arranca ni arrancará porque fue la excusa perfecta para la corrupción de la pareja presidencial. Miembros de la administración pasada cuentan el interés que el Ingeniero (como le decían a Martínez) tenía en el proyecto.

Si se revisarán las transacciones de las cuentas de las entidades adjudicadas quizá encontramos muchas respuestas. Fuimos de primera mano a ver las instalaciones y pudimos constatar que ese aeropuerto está lejos de poder operar lo que contrasta insultativamente con los 50 millones de dólares que ya se pagaron.

El país necesita avanzar en todos sus frentes y debemos demandar lo mejor de todas las autoridades y en todos los poderes, sin duda, pero no podemos seguir mandando el mensaje fuerte y claro que quienes transiten por la avenida de la mafia, que está custodiada por el mismo MP, van a tener Consuelo.

Si la justicia no es real, el día a día del guatemalteco no es pleno, el trabajador se desmotiva, el inversionista se asusta, el sicario se convierte en juez, se pierde la esperanza y nos roban la ilusión.

La Contraloría de Cuentas ha presentado algunas denuncias y el MP tampoco se puede hacer el loco con las mismas. Mucha de la estructura del Gobierno pasado no ha podido ser removida porque en algunos casos no los han encontrado y en otros porque no tienen con quienes sustituirlos, pero en cualquiera de los casos el gran perdedor es el país porque en muchos casos los negocios siguen operando con mucho Consuelo.

A como van las cosas, Miguelito y Giammattei tendrán Consuelo vitalicio y por eso el acuerdo nacional debe pasar por ese clamor de justicia real que implique que el MP haga su trabajo. Los guatemaltecos más influyentes deben alcanzar ese acuerdo y operarlo para que se materialice pues es en el mejor interés de todos.

Además, los políticos y autoridades de turno deben tomar las decisiones correctas en algunos casos aún y cuando políticamente la solución / alternativa no sea la más popular con las bases y eso aplica para el Ejecutivo y para el Legislativo. 

El país necesita poder dar saltos de calidad, el Ejecutivo necesita agarrar más ritmo y con más estrategia, el Congreso necesita hacer su labor para las cosas de fondo en el país y la justicia debe llegar porque los robos descarados que Consuelo y Ángel defienden, usando palabras que les gustan a ellos, no son de Dios.

Guatemala merece tener una justicia real.

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