Las actividades de ayer lunes y hoy martes en Washington, dan al presidente Bernardo Arévalo la oportunidad de marcar una agenda importante para empezar a implementarla a su retorno y una vez se retomen las actividades luego de la Semana Santa.
Queda claro, ante el mundo, que la corrupción en Guatemala es nuestro principal reto. Es un lastre que no solo roba oportunidades a la gente sino que nos imposibilita de las grandes inversiones y obras que necesitamos para dar saltos de calidad impactando de forma integral la vida de todos los guatemaltecos.
Consuelo Porras y Ángel Pineda, cuya principal misión y compromiso es defender a capa y espada las acciones de Alejandro Giammattei, Miguel Martínez y Cía, no pueden seguir actuando con tanto nivel de descaro y por ello es vital que exista un consenso entre los guatemaltecos más influyentes para que eso cambie y se hagan las investigaciones que nos permitan conocer la verdad.
Mientras no se rompa esa estructura que abarca las cabezas en el Ministerio Público (MP), parte de las cortes, parte del Congreso, ministerios y mandos clave, así como instituciones autónomas, la gente honrada, el empresario que hace las cosas bien, el trabajador que se esfuerza todos los días y los guatemaltecos de bien, tienen caminos más complicados y eso no está bien.
Hoy Arévalo dijo en la Organización de Estados Americanos (OEA), que Guatemala está en la víspera de una importante batalla jurídica y política, la cual se dará en la elección de una nueva Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones, que se dará en los próximos meses.
Por tal razón, Arévalo solicitó a la OEA que dé acompañamiento a la elección de magistrados de la CSJ y Apelaciones, y envié una misión de observación, lo que quiere decir que el mandatario está claro de la vital importancia de esa elección.
Ese es otro de los puntos sobre los que los guatemaltecos de mayor influencia de todos los sectores deben alcanzar un consenso porque no debemos olvidar que la razón por la que Miguel Martínez, Sandra Torres, Ángel Pineda, Sandra Jovel y Alejandro Giammattei se mueven es para pactar el tema de la elección de cortes.
Si las mafias controlan el MP y se vuelven a asegurar el control del Organismo Judicial, el país quedará en una posición muy comprometida para atraer inversión extranjera e incentivas más inversión local porque la justicia seguirá sin venda a las manos del mejor postor y del más mafioso y/o inescrupuloso.
La reforma a la justicia tiene demasiados vasos comunicantes con todos los temas vitales para el país.
Es necesario que el impulso que se generó por la visita a Washington, con claros contrastes con lo que se daba en el pasado, provoque cambios que impacten sosteniblemente en la vida de los guatemaltecos.
La sensación que la justicia se aplica “como debe de ser” solo para el que no opera en el sistema paralelo mientras que los operarios de la corrupción saben que nunca los alcanzará la justicia, es un sentimiento ciudadano que debemos atinar a cambiar por el bien de todos.
El descanso de Semana Santa ofrece una nueva oportunidad para materializar el mandato de las urnas y no podemos desaprovechar esta oportunidad porque es lo que la gente quiere y clamó en las elecciones mismas.
El cambio de Guatemala requiere de estrategia y coordinación de actores comprometidos en el sector público, privado y social.