Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

post author

Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82

Caído el telón del 25 de junio, vino el shock. El Gobierno, Alejandro Giammattei y Miguel Martínez nunca corrieron un escenario como el que hoy se enfrentan porque se sentían muy “cómodos” de alcanzar o forzar acuerdos con las opciones que pasaran a segunda vuelta.

Han intentado de todo y poco a poco han ido viendo reducidas sus posibilidades. Gritaron fraude y lograron que se hiciera una revisión de actas, pero su meta era que se contara voto por voto (aún sabiendo que no estaba en ley), aquellos famosos gritos del fiscal de VAMOS en el Parque de la Industria no fueron casualidad y el pedido de aquellos partidos satélites de VAMOS que llegará el Ministerio Público (MP) al parque era parte de lo acordado. Por alguna razón el MP no se montó en ese carro.

Al ver que las cortes no les accedieron al conteo de votos, se fueron por la locura y eso implicaba provocar una segunda vuelta con diferentes candidatos. Para ello necesitaban suspender a Semilla, requerían del MP acción decidida y de un juez que se animara a dar la orden. Todo lo consiguieron.

Su meta pasaba por sacar a Semilla pero se trabaron cuando la gente del sistema pegó el grito al cielo porque sabían que una segunda vuelta entre Sandra Torres y Manuel Conde iba a ser gasolina para una sociedad que había expresado hartazgo.

La idea era lograr capturar al Registrador de Ciudadanos (RC) y así tener camino más directo a “caerle” a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con el afán que crear las condiciones para que la segunda vuelta entre UNE y SEMILLA el 20 de agosto no se pudiera dar.

En su análisis, nunca contaron con el cierre de filas que hicieron actores clave de la sociedad para defender la democracia en un momento en el que estuvimos a punto de perderla. Acorralados por sus acciones, el MP marcó distancia del juez que emitió una orden ilegal (captura de alguien con antejuicio) y sin duda alguna que las sanciones de la Lista Engel jugaron un rol importante porque pegaron en el corazón de operadores claves del sistema y de lo que habían pactado.

La Corte de Constitucionalidad (CC) les ha complicado el camino y quedan pocas opciones para evitar la segunda vuelta, pero todas son nucleares. Por eso la tensa calma pues barajan si lanzarán la bomba o si se centrarán en que si gana Bernardo Arévalo intentarán no dejarlo asumir el 14 a las 14.

Se están volcando con Sandra Torres porque además del acuerdo de las cortes, están operando la campaña, los apoyos y la movilización. La elección de cortes tiene muy molestos a los actuales magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) quienes siente que pusieron todo en juego y ahora les pagan dándoles las gracias.

El Gobierno hace sus cálculos y necesita que el MP no mueva ficha. Si para lavar cara sacan un antejuicio contra Giammattei por las abundantes razones que tienen, la corte saliente puede darle trámite y pasan la presión a un Congreso que le tocaría enfrentar la presión social. Todo esto ante la duda de qué harán Giammattei y Miguel Martínez previo al 14 a las 14, porque el ex Jefe del Centro de Gobierno no tiene antejuicio.

La tensa calma no es casualidad. Investigar tema de firmas en los partidos es necesario, pero SEMILLA no era el único con denuncias en el MP así que el haber actuado solo con ellos y con acciones ilegales como la suspensión del partido por un juez apalabrado, evidenció los arreglos y las intenciones.

Que la soledad que empiezan a sentir los que van para afuera no siga comprometiendo el futuro de todo un país y por eso los ciudadanos debemos alcanzar acuerdos para seguir defendiendo la democracia, apuntalar la institucionalidad y decidir qué ajustes queremos al sistema para aspirar a una mejor Guatemala.

 

Artículo anteriorTorres, los algoritmos y VAMOS
Artículo siguienteAlto Comisionado ve intento de irrespetar voluntad de los guatemaltecos