Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
Insisto que el caso de Prosperidad Ciudadana (PC) y las consecuencias que todo esto tendrá no se quedará aquí y seguirá trascendiendo conforme pasen los días.
Es una realidad que en Guatemala, muchos (no todos) candidatos a diputados y alcaldes pagan a los caciques de los partidos por los primeros lugares para llegar al Congreso o por las candidaturas a alcalde porque no es secreto para nadie que llegar al Congreso o a tomar el poder en las municipalidades puede resultar un negocio mega redondo.
Los diputados tienen acceso a obras, a cobros por votos y negocios en los que pueden meter sus manos con mucho Consuelo y los alcaldes reciben cada vez más dinero que gastan sin pena porque la Contraloría les garantiza que si son parte del sistema, el parte es sin novedad.
Y sabiendo que hay acceso a meter la mano en millones de quetzales, muchos candidatos se aventuran.
Efraín Orozco, el Jefe de Mechito, dijo que la diputada compró PC. Si eso fuera cierto, implicaría que se decidió hacer una inversión porque se sabía que de alguna manera se iba a recuperar.
Si PC sirvió en mucha medida como un satélite de VAMOS, es lógico pensar que lo que gastó el comprador tiene que regresar de una u otra manera.
Y si la forma de tener un retorno a la “inversión” que hizo de comprar el partido era vender candidaturas, el problema ahora debe ser menudo porque quién devolverá el dinero que algunos pagaron para estar en una papeleta en la que no aparecerán. Muchos de ellos no eran niños de primera comunión.
Carlos Pineda siempre dijo que a él le dieron jalón. Pineda cacareaba que era un hombre hábil en los negocios y eso hace difícil creer que solo le dieron jalón y el nunca se tomó el tiempo para medio analizar el carro en el que se subía.
Y más dudas se generan cuando expresa en Conclusiones con Fernando del Rincón de CNN en Español, que se quedó con muchos enemigos poderosos y él sin poder y que por tanto está pensando en irse al exilio en España.
Claro está que en esa “bajada” que le dieron al candidato, también se pasaron llevando a los que eran candidatos allegados del Oficialismo, de VAMOS que dirige Miguel Martínez y Cía, pero había que hacer el sacrificio en este último sprint en el que Giammattei y su Centro de Gobierno están queriendo hacer puntos con Estados Unidos (Ucrania, Taiwán, Tercer País Seguro, etc.) para tratar de no verse en el espejo de Juan Orlando Hernández.
Falta que la Corte de Constitucionalidad (CC) resuelva pero se ve poco probable que reculen y no debemos olvidar que Leyla Lemus, mujer de confianza de Giammattei y quien acompañó a Martínez en el Congreso, tiene la última palabra.
Cómo cobren aquellos que pagaron en PC para acceder al poder, es una pregunta que por ahora no tiene respuesta.
