Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Guatemala atraviesa tiempos inéditos y situaciones que se pueden volver muy complicadas si seguimos cometiendo los errores que en el pasado nos han dejado enormes facturas. La amenaza del narcotráfico, que necesita avenidas de corrupción e impunidad es real y los caminos para la gente honrada que desea hacer las cosas bien se vuelven estrechos.

En medio de todos los retos que tenemos, hay oportunidades que se nos presentan como únicas porque por primera vez en mucho tiempo hay un consenso de las necesidades, aún y cuando sigue siendo una tarea pendiente en las rutas, las formas de abordar e implementar lo que se acuerde.

Pero solo el hecho que en la mayoría de los grupos haya conciencia de los retos, las necesidades y que está llegando el momento de ponernos de acuerdo, es un pequeño avance que hasta hace unos meses era impensable porque las posturas seguían muy distantes y las visiones muy diferentes.

Creo que el hecho de que la democracia ha estado en juego, la necesidad que el día del evento se transmitan correctamente y se respeten los resultados y los rencores que fácilmente se convierten en venganzas, hizo a mucha gente entender que las rutas trazadas no son sostenibles y que necesitamos más y mejor.

El miedo sigue siendo un factor que se mezcla casi de manera perfecta con la desconfianza que priva en la sociedad, pero hay quienes han entendido que el modelo de controlar todo para luego amedrentar tiene enormes chances de ser repetido por quien gane las elecciones y vivir bajo las “órdenes” del dictador de turno no es agradable para nadie.

Ahora nos queda el enorme reto de unir lo empresarial con los esfuerzos sociales, pero si existe madurez, si existe altura en el debate y claridad en los argumentos, los más sensatos podrán platicar y sentarse en una mesa, porque divididos, todos perdemos.

Los extremos radicales de ambos lados o aquellos que no operan bajo las reglas no quieren que nada cambie porque les resulta rentable que sigamos en las mismas y que seamos incapaces de alcanzar acuerdos, pero una de las habilidades que necesitamos para el futuro es aislar a los extremos que desean ser bulliciosos para controlar la narrativa.

Debemos ser capaces de atender la coyuntura sin desatender el mediano y el largo plazo. No podemos solo ver el mediano y largo plazo e ignorar lo que pasa hoy, pero tampoco podemos solo centrarnos en el momento porque probado está que esas recetas, si no son mezcladas con las cantidades necesarias, no dan resultado.

Y siendo prácticos y buscando avanzar, creo que uno de los temas vitales es el avance del control telemático porque eso oxigenará el sistema para dar paso a las reformas que necesitamos, dará alguna respuesta a la prisión provisional o la prisión preventiva y en el proceso debemos aprender del pasado.

Anteriormente, los eventos se suben y arman en silencio porque quienes “ya fueron apalabrados” desean pasar por debajo del radar y al final, cuando se descubre y quedan las evidencias, los eventos se caen y nada termina pasando.

El Ministerio de Gobernación (entidad ejecutora) debe trabajar de la mano con el Organismo Judicial (OJ) y el Ministerio Público (MP) para trazar una ruta que los demás actores de la sociedad (en especial los medios) acompañemos para buscar transparencia y agilidad.

Temas puntuales que pueden hacer grandes diferencias y en los que ahora debería ser más fácil ponernos de acuerdo si es que en realidad estamos dispuestos a romper paradigmas y estigmas para transformar Guatemala.

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